Lo
que me dice el Evangelio de Mateo (11,16-19) (Ciclo C): (“Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos
y pecadores”.) *Es una alegría sentir que el Señor es como
un “imán” que atrae sobre si a todos los que tiene problemas. Me enseña para
que pueda ver como es un verdadero amigo, un amigo en quien no hay engaño. Me
da mucha fuerza saber que puedo contar con uno que no me rechaza en los
momentos difíciles de mi vida, hasta tal punto que no le importa lo que soy.
Descubrir esa cercanía a la que el Señor me llama junto a él es motivo de
alegría y de esperanza, saber que hay uno que hace hasta lo imposible para
estar cerca de mí. Esa forma de amarme del Señor me hace descubrí lo duro y lo
miserable que soy con migo mismo y con algunas personas. Yo que siempre he
seleccionado mi propios amigos y nunca le he pregunto al Señor si él está de
acuerdo con ese tipo de amistades que tengo, si son amistades que me ayuda para
hacer las cosas bien o son amistades que lo único que desean es su propio
bienestar personal, y distanciarme cada vez mas de hacer las cosas
correctamente*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》