Lunes, 10 de diciembre de 2018
Lo
que me dice: El Evangelio de: (Lucas
5,17-26). («Él, viendo la fe de ellos, dijo: «Hombre, tus pecados
están perdonados) *El Señor me hace una invitación
personal a que vuelva mis ojos, sobre mi propio corazón, porque mis dificultades
no está afuera de mí, está dentro, como mi forma de mirar, mi forma de pensar,
mis malos deseos, mi deseo de hacer con mi vida lo que a mí me dé el deseo y
que nadie se meta con migo, eso nacen en lo más profundo de mi corazón, porque
es ahí donde tengo libre albedrío, donde soy mi propio jefe, es dentro de mi
donde tengo un lugar con una sonrisa para una persona y al mismo tiempo le
estoy murmurando y es el mismo lugar, donde puedo estar hablando con una mujer
y al mismo tiempo la estoy desnudando en mi mente, no me da vergüenza decirlo,
porque ese soy yo. Por eso el Señor me invita a mirar dentro de mi corazón,
porque es ahí donde yo doy el permiso para las cosas impuras. Pero ¿Cuál es mi
espereza? Que es ahí, en mi corazón donde el Señor me quiere ilumina con su
palabra, porque es ahí donde tiene que iniciar mi conversión, es en ese lugar donde
tengo que invitar al Señor, a que me ayude, y es ahí, donde el Señor tiene que
depositar toda su gracia y su misericordia para hacer de mí, un hombre*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》