Sábado, 29 de diciembre de 2018
Lo
que me dice el Evangelio de Lucas (2,22-35).
(Ciclo C) (Vivía entonces en
Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el
consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él.) *Es una gracia, un don que el Señor regala al
hombre humilde de no poder ver sus cualidades, son cualidades para los demás,
son las personas las que disfrutan de la buenas cualidades de otro. Las
cualidades de Simeón están puestas hoy en estas palabras para que yo las pueda
imitar. Simeón era Justo, Piados, lleno de Esperanza y espera el bienestar o el
consuelo para su pueblo. El justo es aquel que se ajusta a las normas y
precepto del Señor por amor. El hombre piadoso tiene una virtud especial que
implica devoción hacia Dios y que se refleja es una acción de impulso por amor
a su creador. Un hombre que aguarda que, espera con una paciencia probada en el
amor, es un hombre que tiene el poder de llenarse de Esperanza y al mismo
tiempo provoca que los que están cercanos a, él también se llenen de Esperanza,
se convierte en un fuente inagotable que de su interior siembre brotan los
buenos deseos por el otro*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》