Martes, 27 de noviembre de 2018
Lo
que me dice: El Evangelio de: (Lucas
21,5-11). («Esto
que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea
destruida».). *Cuantas veces me he presentado delante de las personas lleno de
arrogancia y de prepotencia, solo para aparentar. Yo recuerdo en mi juventud,
cuando me llevaba el mundo por delante, me sentía como ese templo, bellamente adornado
con piedra de calidad y cuando una persona me hablaba sobre escuchar la palabra
e ir a la iglesia, mi respuesta al junto de mis amigos, de fiesta y de baile;
no se preocupe mi doña que cuando yo sea un viejecito así como usted voy a ir a
la iglesia, pero primero voy a gozar la vida, que cuando uno se muere eso es lo
único que uno se lleva. Todo eso fue destruido, algunos de mis amigos murieron
en el vicio y el alcor. Yo soy un milagro de Dios, gracias al carácter fuerte
que Dios le concedió a mis padres, y muchas veces sentía como que ellos
no me querían, porque se levantaban con fuerza contra mi reinado y me hicieron
la guerra, y me mostraban un signo (Una correa) y pase hambre (me mandaban
acostar sin cenar) lucharon contra mi vagabundearía, y pensaba dentro de mi
ojala y se mueran. Pero gracias le doy
al Señor que les dio las fuerzas necesarias, para que me desvaretaran y (No
quedará piedra sobre piedra en mí). De esa vida de desorden que a mí me
gustaba*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》