Viernes, 23 de noviembre de 2018
Lo
que me dice: El Evangelio de: (Lucas
19,45-48). «Mi casa es casa de
oración» pero vosotros la habéis convertido en una «cueva de bandidos»
*Cada día que me regala el Señor, es muy importante y una oportunidad
para reconocerme por dentro, es muy cierto que mi cuerpo es templo del Espíritu
Santo, y también es cierto que mi cuerpo en muchas ocasiones lo he cogido para
negociar y eso es lo que me reclama el Señor, que mi cuerpo no está diseñado
para el negocio. Desde mi forma de vestir, mi forma de caminar y mi forma de
comer, en muchas ocasiones se convierten en un negocio. Y en mi mente tan
pequeña quiero también negociar con el Señor. Si tú me concedes esto que te
vengo pidiendo, te prometo que daré una cantidad de dinero, a la iglesia o a un
pobre, si me concede ese trabajo, el primer sueldo es tuyo, si me ayudas a
conseguir esa mujer, te prometo serle fiel, (si me consigue esto te doy
aquello) siempre exponiendo mi cuerpo a los negocios. Para mi suerte dentro de
mi cuerpo hay órganos importantes que se regeneran de nuevo, tal es el caso del
hígado, también el Señor me regala la oportunidad de regenerar mi mente (y una
mente sana cuerpo sano). Hoy el Señor me regala un “Santo regaño” y me dice,
que este cuerpo y esta vida que él me ha prestado no son para mi uso personal
es para dar Gloria al Creador*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》