Jueves, 22 de noviembre de 2018
Lo
que me dice: El Evangelio de:(Lucas
19,41-44). («Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz!).
*Al acercarse el Señor a la ciudad lloró, para tratar de entender estas
lagrimas del Señor, tengo que recordar por cuales razone yo he llorado: por un
de dolor, por la pérdida de un ser muy querido, he llorado de impotencia
frente algún acontecimiento. Yo que soy una persona de pocas lágrimas. Hoy el
Señor se acerca a mi corazón y lo ha encontrado duro como una piedra. Por
mi incapacidad para reconocer que el Señor no es el centro de mi vida. A mí que
me cuesta mucho aceptar o reconocer que no sé cuál es el camino que conduce a
la paz, porque a mí lo que me gusta es que me hagan justicia. Me da pena y tristeza
de cómo le he dado permiso a las fuerza del pecado, para que rodearan mi vida
con trinchera, con cerco. Estas lágrimas del Señor, son de pura tristeza por
mí, porque me he dejado engañar, principalmente con esto de amar aquel que no
me cae bien. Las lágrimas del Señor son de dolor, porque yo no he reconocido
verdaderamente como él a mí me ama*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》