Viernes, 9 de noviembre de 2018
Lo
que me dice: El Evangelio de: (Juan
2,13-22). («Quitad esto de aquí;
no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.») *La incomodidad del Señor, es por la falta de
respeto, por el poco amor a aquel lugar que está destinado a la enseñanza de la
palabra, de la ley, de los mandatos de Dios. También y con mucha razón de vez
en cuando el Señor se incomoda con migo, porque mi cuerpo no está hecho, ni
está diseñado para la fornicación, ni para el adulterio, ni para la
masturbación, ni para darle cierta sustancia extraña que son muy perjudicial
para la salud. Esta santa ira del Señor es para que yo me sacuda un poco y de
nuevo tenga el valor de comenzar a organizar mi vida. Él de una manera un poco
exigente, me está invitando por la fuerza a que yo reconozca que tengo un valor
especial para él, y me invita a tener mucho cuidado a aquello que yo le doy
permiso por mi propia satisfacción, que pueden llegar a tener una fuerza tan
grande en mi vida, que luego yo no tengo la fuerza necesaria de poder controlar
mi propio cuerpo. El Señor quiere que yo de una manera responsable cuide el
lugar donde se alimenta mi fe, que sea muy celoso con el templo*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》