Miércoles, 8 de agosto de 2018
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Lo que me dice: El Evangelio de:(Mateo
15.21-28). (Mujer, qué grande es tu fe. Que se cumpla lo que deseas). *El amor
de una madre por un hijo, es para mí el amor más grande que pueda existir aquí
en esta tierra. Me parece como que el Señor fue cruel y muy duro con esta
mujer. Más la lesión es para mí, muchas veces en mi forma de pedir al Señor, lo
hago parecer como si él fuera un milagrero o un curandero, y no me enfoco en la
historia, esta mujer meda un signo, y es que cuando mis dificultades sea
fuerte, que baje de mi pedestal y me postre delante del Señor, sin tratar de
aparentar, ni justificarme, mostrándole mi corazón al desnudo, que la fuerza
del pecado cuando está en mí, soy peor que un perro (sin ofender a los perros).
Y esta mujer me da una fuerza y me invita a levantarme, porque las migajas que
caen de las manos de Dios, son migajas enteras de amor para mí*.