Martes, 26 de junio de 2018
.
Lo
que me dice: El Evangelio de: (Mateo
7,6.12-14). («Entrar por la puerta estrecha»). *Tengo que esforzarme, por
entrar por la puerta estrecha, la puerta pequeña, la puerta incomoda. Y tengo
tantas cosas en las manos y encima de mí, que es imposible pasar con ellas,
tengo tantas cosas que he acumulado y ahora tengo que desprenderme de ellas y
sé que esto me hará pasar un poco por el sufrimiento. Pero tengo que ser
consciente de mi propia realidad, no puedo pasar por la puerta estrecha, con resentimiento,
no puedo pasar odiando, no puedo pasar sintiendo malos deseos. Entrar por esta
puerta estrecha es dejar ahí mi piel, mi pellejo y luego cuando por fin pueda
cruzar recubridme de la humanidad y de la piel llena de amor de Jesús. El
Señor me invita a no tener dos caras, que sea sincero, porque la sinceridad es
la medicina, contra el cáncer de mi hipocresía, arrogancia, prepotencia, mi
falsedad. Puedo sentir una esperanza en esta palabra cuando dice: (Angosto y Pocos)
esto me llena de alegría porque esto me dice que no importa que sea “Angosto”
yo puedo cruzar. Y entre “Los Pocos” hay espacio para mí. Y puedo estar con mis
limitaciones que las tengo, con mis problemas que los tengo, como mis
dificultades que las tengo, con mis enfermedades que las tengo, una sola
cosa necesito y esa solo me falta, dejarme amar de DIOS*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》