Lo que me dice: El Santo Evangelio:
Martes, 29 de mayo de 2018 (Marcos
10,28-31). («Recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más, con
persecuciones, y en la edad futura, vida eterna»). Hoy el Señor me hace una
invitación especial para que me llene de alegría me invita hacer generoso con
él, para que reciba un gran premio para mi futuro, la vida eterna. Cada día más
me impacta la pedagogía y la sabiduría del Señor. Si me pongo a pensar y si yo dejo
todo por el Señor ¿Por qué el me deja la persecución? Pensado un poco. Un gran
plato de arroz, sin nada que lo acompañe no tiene sentido. Lo sabroso de la
comida es eso pequeño o grande que lo acompaña. Ahora puedo entender lo que el
Señor me trata de decir que las cosas que él me regala, solo puedo saborearla
cuando me llegan las persecuciones. No
es que el regalo de DIOS no sea completo, sino que me deja la persecución por muy buenas razones, para hacerme entrar en
la humildad, para hacerme obediente, para cuidarme, que no me gloríe por mi
fuerza, porque en cualquier momento puedo caer. La persecución es lo que me mantendrá
unido al Señor es como el cordón umbilical, porque la persecución siempre me dará
motivo suficiente para mantenerme en la oración*.
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*El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser,
SANTO* 》