Lo
que me dice: El Santo Evangelio:
Sábado, 3 de marzo de 2018 (Marcos 9,41-50).
《Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no
merezco llamarme hijo tuyo》 *La misericordia
es el centro para mí en esta palabra, hay un lugar para mí en la mesa junto al
Señor, y para estar junto al Señor dos cosas son muy importante: La primera:
sentir la gran necesidad de un encuentro con el Señor. La segunda: reconocer
que soy un pecador, "porque él solo acoge pecadores". Pero qué
sucede, no me creo que soy un pecador, porqué yo mismo me hago un juicio y
resulta que termino siendo inocente, porque yo ni mato, ni robo, ni le hago mal
a nadie, no me meto con nadie y así nadie se mete con migo, eso me sucede
porque no me hago las preguntas como deben ser, ¿amó al Señor? El Señor quiere
que cambie de mentalidad y me convierta a él, de todo corazón, que él tiene
unos regalos para mí, un anillo, una túnica, una sandalia, para una nueva vida
junto a él*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》