Lo
que me dice: El Santo Evangelio:
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Miércoles, 24 de enero de 2018 (Marcos 4,
1-20). (Salió el sembrador a sembrar). *Esta lectura está bien repleta de amor,
de misericordia y esperanza. Porque el Señor, en ningún momento, hizo discriminación
del terreno, también dejo caer semilla en lugares que parasen imposible.
También puedo ver que todos los terrenos tenían cierta capacidad de acoger la
semilla, y de recibir la alegría de aquella semilla, aunque sea por poco tiempo
le produjo cierta alegría a esos lugares. Para mí la semilla es La Palabra, y los
lugares donde caen esas semillas son los distintos estados de ánimo donde
muchas veces se encuentra mi alma. Hay un tiempo en que la palabra no me llama
a la atención, hay un momento que la palabra me producen algunas incomodidades,
hay ocasiones que la basura que consumo, neutraliza el crecimiento de la
palabra en mi vida, pero tengo momentos muy felices donde siento ciertas
carisias de la palabra. Y el último lugar, la buena tierra es mi voluntad, que
tiene la capacidad de poner a producir la semilla hasta tal punto que esta
produce los frutos que se necesitan. Otra enseña para mí, es que el Señor
quiere que yo sea una tierra fecunda que pueda: escuchar su palabra, que la pueda
aceptar, para dar una cosecha del
treinta o del sesenta o del ciento por uno*.
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《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》
