Lo que me dice: El Santo
Evangelio:
.
Sábado, 30 de diciembre de 2017 (Lucas 2,36-40).
Ana, era una mujer muy
anciana; viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y
noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones, y hablaba del niño a todos los
que aguardaban la liberación. *En ésta época yo diría que esa viuda era una
loca. Seguro que de mi recibiría maltrato, (yo no conozco una institución que
se encargue de cuidar y proteger y suplir las necesidades de las viudas). Está
viuda en particular me cae mal, porque ella denuncia en mí las cosas que
no me gustan: Como estar constantemente en el templo, y servir a DIOS con ayuno
y oración. ¿Qué me gusta a mí? Ser un cristiano sin sacrificio.
Realmente mis pensamiento están cargado de oscuridades y tiniebla por el hecho
de pensar, que el ayuno y la oración, eso es para aquellos cristianos que
tienen dificultades, o algún problema o están mal. Si hay algo que a mí no me
gusta es ayunar, y mis oraciones son: flacas, cortas y fea: Este es el mayor
error de mi vida, vivir justificándome, siempre tratando de tapar el sol con un
dedo, (como hago muchas veces el ridículo delante del Señor que riéndome justificarme
porque no puedo ayunar; tú sabes que no puedo ayunar por la salud, es duro
ponerme de rodillas un tiempo en oración (mejor sentado en la cama o en una
silla "cómodo" tomándome, un café o un té): y Ana me da la clave de
servir al Señor, si quiero ser liberado "ayuno y oración" Señor dame
el deseo de ayunar por mi bien y amor a la oración porque es ahí donde me
acerco a ti: Señor arranca de mi la mentira tú lo sabes todo y tú sabes que
ayunar y orar a mí me cuesta mucho*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》