Lo que me dice: El Santo Evangelio:
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Miércoles, 13 de septiembre de 2017 (Lucas 6,
20-26). *Estas bienaventuranzas son puertas que el Señor usa
para poder entrar en mi vida, dicho si soy pobre, porque es reconociendo mi pobreza
por donde podrá entrar el Señor, dicho si ahora tengo hambre del Señor, porque
el Señor quiere saciar mi hambre. Para mí las bienaventuranzas son las puertas
de mis miserias, por donde será mi encuentro con el Señor, mi pobreza que no tiene
que ver nada, con el dinero, ni con lo económico, mi hambre que no tiene nada
que ver con la comida. Pero también me habla de una alegría, que para mí, no es
tan alegre como: Dichosos yo, cuando me odien los hombres, y cuando me
excluyan, y me insulten, y proscriban mi nombre como infame, por causa del Hijo
del hombre. Que me alegre ese día y salte de gozo. Esto es muy duro para mí,
porque muchas cosas las hago para ser visto, para que me aplaudan, para que me
adulen. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! El Señor me invita a ser
como la brisa suave y refrescante, que pasa dentro de las persona, les hace
sentir bien a todas las personas, las acaricias con su suavidad, se deja
sentir, pero nadie la ve ni la puede tocar. Y eso a mí me cuesta mucho: Señor
ayúdame a no dudar nunca de ti, a no dudar nunca de tu amor*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL
SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》