Lo que me dice: El Santo Evangelio: Martes, 13 de junio de
2017
(Mateo
5,13-16). Esta afirmación que
el Señor hace sobre mí, diciéndome que soy sal y luz de este mundo, me pone en
contra vía porque me coloca en un punto donde las cosas se hacen in negociable,
donde mis afectos, mis sentimiento y mis amistades no pueden estar por encima
de la Palabra del Señor. Si el Señor me llama a ser fiel a mi mujer, no puedo andar
con amigos, que están siendo infiel a su mujer, si estoy a favor de la vida, no
puedo vender en mi empresa medicamento que van en contra de la vida, si mi trabajo es educar y enseñar no puedo de
ninguna manera darle oportunidad a mi corazón para que se la coja con algún estudiante.
Si el Señor me dice que soy sal y luz, no puedo hacer, ni escuchar, cuento
donde ofenda la virginidad de una muchacha, donde se ofenda la dignidad del
pastor, de una monja o de un sacerdote. De mi depende si quiero ser luz del
Señor, lo que me espera es lo mismo que si enciendo una linterna en la cueva
donde hay murciélago, cuando ven la luz todos salen corriendo, eso me espera a
mi si soy luz, todo el que le gusta y se sienta bien en las tiniebla aunque sea
mi mejor amigo, me saldrá corriendo, y me dejara solo. Y yo soy el primero que
tiene que ser tocado por la luz de la palabra, porque dentro tengo mucha hipocresía
y falta de sinceridad, y las buenas obras que logro hacer son para que me tiren
foto y la publique para que me aplaudan, y así seguir robándole la Gloria al
Señor.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL
SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》