Lo que me dice: El Santo Evangelio: Viernes,
23 de junio de 2017
(Mateo
11,25-30). Es de sabio saber,
que no sabe todo, y entender que le falta demasiado por aprender. Me doy cuenta en mí que la luz existe a
partir de mi ceguera. Ver la ternura del Señor en esta palabra, pareciera como
una crueldad, que el Señor escondiera, las cosas a los sabios y a los
inteligentes. Pereciera que el Señor siente interés por un grupo y al otro
grupo lo quisiera eliminar. Qué difícil es para mí entender la ternura y el
amor de DIOS. Para hacerme una idea pienso en la cena familiar de la navidad, cuando todos mis hijos estaban
pequeños, esperaban todos hasta terminar la cena, y como lo disfrutaban, y como
sus corazones se llenaban de alegría cuando había sorpresa, como esos momentos
estaban cargados de felicidad y alegría. Y
al paso de los años cuando ya algunos pasan hacer mayores, o no se
sientan a la mesa, o se levantan temprano de la mesa, porque tienen otras cosas
que para ellos son más atractivas, porque ya ese tipo de alegría, de felicidad
familiar no les atrae. Y quienes son lo que disfrutan y gozan de esa alegría
todavía, los más pequeños, los más inocentes. ¿Por qué ya los mayores no
disfrutan de todo eso? porque entienden
que ellos son sabios e inteligentes para ese tipo de tonterías. ¿Y qué quiere
decir esto? ¿Que porque son mayores ya su Papa y su Mama no los quieren? ¿Qué
solo quieren a los más pequeños? Esto me deja dicho: Que el Señor quiere, que
los que son mayores, sabio e inteligente, puedan descender y hacerse pequeño, y
volver a disfrutar del verdadero amor, el calor humano, lleno de alegría
verdadera, que se puede sentir, que se puede experimentar, si me siento como un
niño frente a la palabra, que es el Sagrado Corazón del Señor.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL
SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》