De la carta a los Hebreos 11, 20-31
LA FE DE LOS ANTIGUOS PADRES
Hermanos: Por la fe, puesta la mirada en el futuro, bendijo Isaac a Jacob y Esaú.
Por la fe bendijo Jacob, al morir, a los dos hijos de José, y se inclinó, apoyándose en la extremidad de su báculo.
Por la fe José, al final de su vida, evocó el éxodo de los hijos de Israel, y dio órdenes sobre lo que había de hacerse con sus huesos.
Por la fe Moisés, recién nacido, fue ocultado durante tres meses por sus padres, porque vieron que era un niño encantador y no se dejaron amedrentar por el decreto del rey.
Por la fe Moisés, siendo ya adulto, rehusó ser llamado hijo de una hija del Faraón, y prefirió sufrir males con el pueblo de Dios a disfrutar de las ventajas pasajeras del pecado, y tuvo por mayor riqueza el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto, pues tenía la mirada puesta en la recompensa.
Por la fe abandonó Egipto sin miedo a las iras del rey, y perseveró firme en su propósito, como si contemplase al Invisible.
Por la fe celebró la Pascua e hizo la aspersión de la sangre, para que el ángel exterminador no tocase a los primogénitos de Israel.
Por la fe atravesaron el mar Rojo, como si fuese tierra firme, mientras los egipcios eran devorados por las aguas cuando intentaron pasar por él.
Por la fe cayeron las murallas de Jericó, después que los israelitas dieron vueltas en derredor durante siete días.
Por la fe Rahab, la meretriz, no pereció con los incrédulos, por haber acogido amistosamente a los exploradores.
RESPONSORIO Hb 11, 24-26a
R. Por la fe Moisés, siendo ya adulto, rehusó ser llamado hijo de una hija del Faraón, * y prefirió sufrir males con el pueblo de Dios a disfrutar de las ventajas del pecado.
V. Tuvo por mayor riqueza el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto.
R. y prefirió sufrir males con el pueblo de Dios a disfrutar de las ventajas del pecado.