Lo que me dice: El Santo Evangelio: Viernes, 24 de febrero
de 2017
(Marcos
10,1-12). *La pedagogía del
Señor al igual que la palabra no tiene fin ni medidas son infinitas. Esta
expresión del Señor (POR LA DUREZA DE
VUESTRO CORAZON) Colocando mi vida dentro de esta palabra del Señor, debo tener
en cuentas algunas palabras como son: LA CLARIDAD, ¿Qué es lo que yo espero de
mi mujer? o ¿Qué es lo que yo espero de un amigo? y ¿Qué esperan ellos de mí? Porque
si yo le pido o le exijo a mi mujer, cualidades que ella nunca ha tenido, estoy
comenzando a preparar mi rechazo, mi
repudio y posiblemente el divorcio, sin ella tener ninguna culpa. EL RESPETO,
si cada día mi respecto hacia ella va creciendo, la relación dura, perdura y se
hace más fuerte, pero cada vez, que yo le falto el respeto, se pierde el
interés, la amista va disminuyendo, y se hace muy débil y frágil. LA LIBERTAD,
tengo que tener muy claro que DIOS, no ha creado a nadie para ser posesión de
nadie, y muchas veces me creo que mi mujer es parte de mis posesiones, entonces
comienzo a tratarla como un objeto mío de mi pertenencia, el cual puedo hacer
lo que mede la gana, cada vez que yo quiera, en cambio cuando yo siento que me
quieren privar de mi libertad, me siento mal, entonces tengo que pensar que mi mujer debe sentir lo
mismo. REALIDAD, hay muchos refranes en las calles que me invitan a ver esta
palabra realidad más de cerca como: lo perfecto es inhumano, nadie es perfecto. El Señor me invita a: la
claridad, al respecto, a la libertad, y a la realidad y me hace una advertencia
muy clara, que si no estoy dispuesto a perdonar de corazón, estoy corriendo un
gran riesgo y un gran peligro que puedo llegar a perder a mi mujer, y también
puedo perder mis amigos. ¿Qué es lo que yo espero de mi mujer? o ¿Qué es lo que
yo espero de un amigo? y ¿Qué esperan ellos de mí*?
《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL
SEÑOR: llegará a ser,
SANTO 》