Lo que me dice: El Santo Evangelio: Lunes,
13 de febrero de 2017 ¿Por qué esta generación
reclama un signo? (Marcos
8,11-13) »). Hay algo que me
llama a la atención y es: El Señor dio un profundo suspiro. Para tratar de
entender este suspiro del Señor, tengo que tener una idea muy clara. ej. *Voy
caminando a las doses del medio día, está muy caluroso y hace mucho sol, de
repente, levanto la cabeza y veo una mujer caminando delante de mí, con un
cuerpo de una modelo, y adema lleva un paraguas grande, camino de prisa para
alcanzarla, para pedirle por favor, que me deje cubrir del sol con su paraguas,
y además estar muy cerca de ese cuerpo tan voluminoso, y trato de alcanzarla y
camino más aprisa, y cuando el calor más me ataca, por fin la logro alcanzar,
yo con tantas ilusiones y con tantos pensamiento, como le digo, que ara, si
aceptara mi compañía, todo un mundo hecho en mi mente, y mi corazón esta
latiendo muy rápido, porque posiblemente
conseguiré dos vienes, uno cubrirme del sol, y el otro estar al lado de
una mujer buenísima, y cuando le hablo que ella me mira, tenía la cara como una
calavera, no tenia cabello, le faltaba un ojo, y lo único que hago es detenerme
y dar un gran suspiro de desencanto, ahora puedo entender el suspiro del Señor*.
Un suspiro
profundo, expresión quizá de ese descontento que el alma siente cuando
encuentra lo que buscaba pero no como lo buscaba. Y suspira con una mezcla de
rabia, tristeza y a la vez de amor, porque él sabe que tiene que seguir hasta mostrarme
el gran signo de la cruz, donde ha donado su vida por mí.
《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL
SEÑOR: llegará a ser,
SANTO 》