LO QUE ME DICE
EL SANTO EVANGELIO
Jueves, 23 de junio de 2016
Mateo (7,21-29): («La casa edificada sobre roca y la edificada sobre
arena»). El Señor me mira en lo
escondido, lugares que ni yo mismo sé que están en mí, me hace ver que lo más
importante es mi obediencia a él en todo, que sea uno en él, uno con él, y uno
dentro de él. Que se sinceró en la obediencia. (cuando pequeño, me mandaban a
bañar, y en algunas ocasiones, abría la
ducha, un rato y luego salía, como que me había bañado, y un día salí con mi
padre, mi padre me decía, usted se bañó, *sí señor*, seguro que se bañó, *sí señor*,
pasadas unas cuantas horas, mi padre me dijo, mi hijo seguro que usted se bañó,
*sí señor*, pues respóndame usted, porque huele a podrido como a (chinchilin,
la verdad todavía no sé lo que es). Cuantas
veces dije, *sí señor* a una *mentira*,
de un mandato que medio mi padre, (aunque no por dármela reconozco mi
gran humildad; hice muchos milagro, logre que algunos niños, se sentaran
tranquilo y no quería jugar por mi olor, logre que padres hablaran con sus hijos y les enseñaran a obedecerles, y le decían mire usted, venga para acá y
siéntese ahí y cuidado con pararse, y el milagro más importante, logre hacer
que persona dudaran y pensaran mal de mi padre, por mis mentiras. Por eso me
gusta, me alegra, me llena de esperanza, cada día más, la pedagogía del Señor para con migo. A él no le interesa que yo pase, el día y la noche, SEÑOR, SEÑOR,
SEÑOR, importunado o haciendo silicio. Que si no escucho, la palabra de DIOS y
la pongo en práctica, el sencillamente, no me conoce, así de fácil.
《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a
ser, SANTO 》