EL SANTO EVANGELIO
LUNES 18 DE ABRIL
SAN Juan (10,1-10):
(««Yo soy la puerta: quien entra por mí, se salvará, y podrá entrar y
salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago.
»). El Señor me hace un llamado a entrar por la puerta que es el, para
mi esa puerta, es la humildad, y para poder entrar por esa puerta, tengo que
tener mis oídos sintonizado con la voz de mi pastor, tengo que tener mis ojos
abiertos para poder seguir el camino por donde me esta guiado mi pastor, y con
mi boca, tengo que gritar a mis pastor, cuando siento que me estoy alejando,
cuando siento que no lo estoy viendo, cuando siento que estoy perdido, cuando siento
que mi vida, mi alma, corre peligro de ser devorada, por el lobo feroz, de mi
soberbia, de mi orgullo, de mi ira, de mi angustia, de mi amargura, de mi depresión,
de mi tristeza, porque caigo en la tentación, no importa que este dentro de su
rebaño, dentro de su verdes pradera que es la iglesia y su palabra, y a la vez,
sentir que nadie me quiere, que mi vida no tiene ningún sentido, que DIOS a mí
no me quiere, se ha olvidado de mí. Cuando me siento así, es porque brinco y
entro un ladrón por la cerca, y su intención es robarme el alma, destruirme,
matarme, diciéndome que DIOS a mí no me quiere, que si DIOS me quisiera, a mí
no me pasaran tantas cosas. *SEÑOR TU ERES LA PUERTA*, dame LA HUMILDAD para
dejarme conducir por ti, que yo pueda decir.
YO SOY TU ESCLAVO, QUE SE HAGA EN MI
Y SOBRE MI. TU SANTA VOLUNTAD.
《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a
ser, SANTO 》