EL SANTO EVANGELIO
MIERCOLES 30 DE MARZO
SAN LUCAS (24,13-35):
(«Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a
caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo »). Estos discípulos regresaban a su vida de ante,
se sentían derrotado, sin esperanza. Con frecuencia me siento así, cuando algún
plan o proyecto no se me da, cuando pido la salud mía o de un hijo o de un
familiar cercano, y como le pido al Señor, que me conceda eso, que para mí es sumamente
importante, regreso discutiendo y porque esto y porque lo otro, y en medio de mi
discutir me lleno, de odio, de rabia y fluye en mi como un torrente de agua, la
desesperanza, la angustia, la depresión, me deprimo, y mis ojos se llenan de
una tiniebla muy espesa, que no veo al Señor y él está a mi lado, y hasta que
no invito al Señor atreves de la oración, que entre a mi casa, y me siento con él
a la mesa, y parto el pan de su palabra, en mi mesa, pero tengo que desear
ardientemente la palabra del Señor, entonces el aparecerá en mi vida, y saldré a la calle y podre gritar, y proclamar que verdaderamente el Señor ha resucitado en mi
vida.
《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón
según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO 》