EL SANTO EVANGELIO
MARTES 22 DE MARZO
SAN Juan (13,21-33.36-38):
(«En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar».
Los discípulos se miraron, por no saber de quién lo decía. «Señor, ¿quién es?». «Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado». Ninguno de los discípulos entendió a qué se refería. »). Para mí es muy fuerte este lenguaje del Señor, para mi es la noticia más fuerte y más dura, que tiene que decir el Señor a sus discípulos, uno me va a entregar. El lenguaje del Señor no conecta con el lenguaje de los discípulos, ellos pensando en fiesta, y el, que lo abandonaran, Judá tenia bien guardado su secreto, pero el Señor mira en lo escondido, hoy esto meda tristeza, porque soy un gigante para prometer y muy pequeño para cumplir, yo también tengo mi vida oculta, cumplo lo que me conviene, lo que me apetece. Pero el Señor no era ingenuo, ni tonto, el decía la verdad, y diciendo la verdad al mismo tiempo amaba, (yo me siento a la mesa con persona y hermano de la iglesia, que me caen mal y me hago el ingenuo, me hago el humilde, y estoy sentado frente a esa persona o ese hermano, con una sonrisa hipócrita, porque ni lo acepto y mucho menos lo amo). Señor por tu misericordia abre mis ojos y que mi mirada pueda conectar con tu lenguaje, y que yo deje de seguir siendo un mal actor, porque tu Señor, conoces y escrutas mis pensamiento y tu sabes que mis caminos no son tu camino, ayúdame tu Señor.
Los discípulos se miraron, por no saber de quién lo decía. «Señor, ¿quién es?». «Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado». Ninguno de los discípulos entendió a qué se refería. »). Para mí es muy fuerte este lenguaje del Señor, para mi es la noticia más fuerte y más dura, que tiene que decir el Señor a sus discípulos, uno me va a entregar. El lenguaje del Señor no conecta con el lenguaje de los discípulos, ellos pensando en fiesta, y el, que lo abandonaran, Judá tenia bien guardado su secreto, pero el Señor mira en lo escondido, hoy esto meda tristeza, porque soy un gigante para prometer y muy pequeño para cumplir, yo también tengo mi vida oculta, cumplo lo que me conviene, lo que me apetece. Pero el Señor no era ingenuo, ni tonto, el decía la verdad, y diciendo la verdad al mismo tiempo amaba, (yo me siento a la mesa con persona y hermano de la iglesia, que me caen mal y me hago el ingenuo, me hago el humilde, y estoy sentado frente a esa persona o ese hermano, con una sonrisa hipócrita, porque ni lo acepto y mucho menos lo amo). Señor por tu misericordia abre mis ojos y que mi mirada pueda conectar con tu lenguaje, y que yo deje de seguir siendo un mal actor, porque tu Señor, conoces y escrutas mis pensamiento y tu sabes que mis caminos no son tu camino, ayúdame tu Señor.