Musica Para el Alma
lunes, 22 de diciembre de 2025
LUCAS 1,57-66 CICLO A
Lecturas
de la Feria de Adviento (23 de diciembre)
23 Dic 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,57-66)*
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y
dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le
había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella.
A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías,
como su padre; pero la madre intervino diciendo:
«¡No! Se va a llamar Juan».
Y le dijeron:
«Ninguno de tus parientes se llama así».
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió
una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos se quedaron maravillados.
Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a
Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se comentaban todos estos hechos por toda
la montaña de Judea. Y todos los que los oían reflexionaban diciendo:
«Pues ¿qué será este niño?»
Porque la mano del Señor estaba con él.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(El
pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre. Y al punto se abrió su boca
y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios)
*Qué alegría saber que con solo escribir el nombre de
un recién nacido; tiene la gracia y el poder de llenar a una persona de gozo, y
al mismo tiempo esa misma persona comenzar a bendecirá a Dios. Zacarías cuando
escribió el nombre, de cómo se llamaría su hijo, recibe al mismo tiempo, la libertad
de poder expresar con sus labios todas las gracias que había dentro de él. Debemos
recordar que Zacarías duda en cierta forma de las palabras del Ángel, porque él
se miró así mismo y también pensó en la edad de su mujer y vio que su condición
física y la de su esposa Isabel no eran ya la más adecuada para tener un hijo. Entonces
el ángel hizo que de su boca desaparezcan las palabras y quedó mudo. Pero cundo
escribió: juan será su nombre, se desato su lengua. Juan quiere decir (El Señor
ha regalado). También esta lectura viene en mi ayuda, porque también el Señor,
quiere desatar todas mis ataduras del corazón y quiere curar y vendar todas mis
heridas interiores para que me pueda llenar de gozo y disfrutar de las
bendiciones y las gracias que él tiene para mi*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAUDES Y VISPERAS DEL MARTES 23
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*Laudes - 23 DE DICIEMBRE 2025*
El siguiente es el formulario que corresponde a
laudes de la liturgia de las horas para el día, martes, 23 de diciembre de
2025.
Invitatorio
V. Señor,
ábreme los labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antifona: El Señor está cerca, venid, adorémosle.
Salmo 94
Invitación a la alabanza divina
Animaos los unos a los otros, día tras día, mientras dure este «hoy».
(Hb 3,13)
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
(Se repite la antífona)
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
(Se repite la antífona)
Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
(Se repite la antífona)
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.
(Se repite la antífona)
Durante cuarenta años
aquella generación me asqueó, y dije:
“Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso.”»
(Se repite la antífona)
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
(Se repite la antífona)
Himno
Ya muy cercano, Emmanuel
hoy te presiente Israel,
que en triste exilio vive ahora
y redención de ti implora.
Ven ya, del cielo resplandor,
Sabiduría del Señor,
pues con tu luz, que el mundo ansía,
nos llegará nueva alegría.
Llegando estás, Dios y Señor,
del Sinaí legislador,
que la ley santa promulgaste
y tu poder allí mostraste.
Ven, Vara santa de Jesé,
contigo el pueblo a lo que fue
volver espera, pues aún gime
bajo el cruel yugo que lo oprime.
Ven, Llave de David, que al fin
el cielo abriste al hombre ruin
que hoy puede andar libre su vía,
con la esperanza del gran día.
Aurora tú eres que, al nacer,
nos trae nuevo amanecer,
y, con tu luz, viva esperanza
el corazón del hombre alcanza.
Rey de la gloria, tu poder
al enemigo ha de vencer,
y, al ayudar nuestra flaqueza,
se manifiesta tu grandeza. Amén.
Salmodia
Antífona 1: Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.
Salmo 100
Propósitos de un príncipe justo
Si
me amáis, guardaréis mis mandamientos. (Jn 14,15)
Voy a cantar la bondad y la justicia,
para ti es mi música, Señor;
voy a explicar el camino perfecto:
¿cuándo vendrás a mí?
Andaré con rectitud de corazón
dentro de mi casa;
no pondré mis ojos
en intenciones viles.
Aborrezco al que obra mal,
no se juntará conmigo;
lejos de mí el corazón torcido,
no aprobaré al malvado.
Al que en secreto difama a su prójimo
lo haré callar;
ojos engreídos, corazones arrogantes
no los soportaré.
Pongo mis ojos en los que son leales,
ellos vivirán conmigo;
el que sigue un camino perfecto,
ése me servirá.
No habitará en mi casa
quien comete fraudes;
el que dice mentiras
no durará en mi presencia.
Cada mañana haré callar
a los hombres malvados,
para excluir de la ciudad del Señor
a todos los malhechores.
Antífona 2: No apartes de nosotros tu misericordia, Señor.
Dn 3,26-29.34-41
Oración de Azarías en el horno
Arrepentíos
y convertíos para que se borren vuestros pecados. (Hch 3,19)
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres,
digno de alabanza y glorioso es tu nombre.
Porque eres justo en cuanto has hecho con nosotros
y todas tus obras son verdad,
y rectos tus caminos,
y justos todos tus juicios.
Porque hemos pecado y cometido iniquidad
apartándonos de ti, y en todo hemos delinquido.
Por el honor de tu nombre,
no nos desampares para siempre,
no rompas tu alianza,
no apartes de nosotros tu misericordia.
Por Abrahán, tu amigo;
por Isaac, tu siervo;
por Israel, tu consagrado;
a quienes prometiste
multiplicar su descendencia
como las estrellas del cielo,
como la arena de las playas marinas.
Pero ahora, Señor, somos el más pequeño
de todos los pueblos;
hoy estamos humillados por toda la tierra
a causa de nuestros pecados.
En este momento no tenemos príncipes,
ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios,
ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias,
para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón contrito
y nuestro espíritu humilde,
como un holocausto de carneros y toros
o una multitud de corderos cebados.
Que éste sea hoy nuestro sacrificio,
y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en ti confían
no quedan defraudados.
Ahora te seguimos de todo corazón,
te respetamos y buscamos tu rostro.
Antífona 3: Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.
Salmo 143,1-10
Oración por la victoria y la paz
Todo
lo puedo en aquél que me conforta. (Flp 4,13)
Bendito el Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea;
mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos.
Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?;
¿qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
El hombre es igual que un soplo;
sus días, una sombra que pasa.
Señor, inclina tu cielo y desciende;
toca los montes, y echarán humo;
fulmina el rayo y dispérsalos;
dispara tus saetas y desbarátalos.
Extiende la mano desde arriba:
defiéndeme, líbrame de las aguas caudalosas,
de la mano de los extranjeros,
cuya boca dice falsedades,
cuya diestra jura en falso.
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los reyes,
y salvas a David, tu siervo.
Lectura Breve
Jr 30, 21. 22
Esto dice el Señor: «Saldrá de Jacob un príncipe,
su señor saldrá de en medio de él; me lo acercaré y se llegará a mí. Vosotros
seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.»
Responsorio Breve
V. Sobre
ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
R. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
V. Su gloria aparecerá sobre ti.
R. Amanecerá el Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
V. Derrama,
Señor, tu misericordia sobre nosotros.
R. Danos tu salvación, según tu promesa.
Lecturas
Primera Lectura
Del libro del profeta Isaías 43, 18-28
RENOVACIÓN DE ISRAEL
Esto dice el Señor: ¿No os acordáis de lo pasado,
ni caéis en la cuenta de lo antiguo? Pues bien, he aquí que yo lo renuevo: ya
está en marcha, ¿no lo reconocéis?
Sí, pongo en el desierto un camino, ríos en el páramo. Las bestias del campo me
darán gloria, los chacales y las avestruces, pues pondré agua en el desierto (y
ríos en la soledad) para dar de beber a mi pueblo elegido. El pueblo que yo me
he formado contará mis alabanzas.
Tú no me has invocado, Jacob, porque te has fatigado de mí, Israel. No me has
traído tus ovejas en holocausto ni me has honrado con tus sacrificios. No te
obligué yo a servirme con oblación ni te he fatigado a causa del incienso. No
me has comprado cañas con dinero ni con la grasa de tus sacrificios me has saciado;
hasta me has convertido en siervo con tus pecados, y me has cansado con tus
iniquidades.
Era yo, yo mismo el que tenía que limpiar tus
rebeldías por amor de mí y no recordar tus pecados. Házmelo recordar y vayamos
a juicio juntos, haz tú mismo el recuento para justificarte. Pecó tu primer
padre y tus intérpretes se rebelaron contra mí. Destituía los príncipes de mi
santuario; por eso entregué a Jacob al anatema y a Israel a los ultrajes.
Responsorio Is 43, 19. 25; Jn 1, 29
R. Mirad
que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? * Yo,
yo era quien por mi cuenta borraba tus crímenes y no me acordaba de tus
pecados.
V. Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
R. Yo, yo era quien por mi cuenta borraba tus crímenes y no me
acordaba de tus pecados.
Segunda Lectura
Del Tratado de san Hipólito, presbítero, contra la
herejía de Noeto
(Caps. 9-12: PG 10, 815-819)
MANIFESTACIÓN DEL MISTERIO ESCONDIDO
Hay un único Dios, hermanos, que sólo puede ser
conocido a través de las Escrituras santas: Por ello debemos esforzarnos por
penetrar en todas las cosas que nos anuncian las divinas Escrituras y procurar
profundizar en lo que nos enseñan. Debemos conocer al Padre como él desea ser
conocido, debemos glorificar al Hijo como el Padre desea que lo glorifiquemos,
debemos recibir al Espíritu Santo como el Padre desea dárnoslo. En todo debemos
proceder no según nuestro arbitrio ni según nuestros propios sentimientos ni haciendo
violencia a tos deseos de Dios, sino según los caminos que el mismo Señor nos ha
dado a conocer en las santas Escrituras.
Cuando sólo existía Dios y nada había aún que
coexistiera con él, el Señor quiso crear al mundo. Lo creó por su inteligencia,
por su voluntad y por su palabra; y el mundo llegó a la existencia tal como él
lo quiso y cuando él lo quiso. Nos basta, por tanto, saber que, al principio,
nada coexistía con Dios, nada había fuera de él. Pero Dios siendo único, era también
múltiple. Porque con él estaba su sabiduría, su razón, su poder y su consejo;
todo esto estaba en él, y él era todas estas cosas. Y, cuando quiso y como
quiso, y en el tiempo por él mismo predeterminado, manifestó al mundo su Palabra,
por quien fueron hechas todas las cosas.
Y como Dios contenía en sí mismo a la Palabra, aunque
ella fuera invisible para el mundo creado, cuando Dios hizo oír su voz, la
Palabra se hizo entonces visible; así, de la luz que es el Padre salió la luz
que es el Hijo, y la imagen del Señor fue como reproducida en el ser de la
criatura; de esta manera el que al principio era sólo visible para el Padre empezó
a ser visible también para el mundo, para que éste, al contemplarlo, pudiera
alcanzar la salvación. El sentido de todo esto es que, al entrar en el mundo,
la Palabra quiso aparecer como hijo de Dios; pues, en efecto, todas las cosas
fueron hechas por el Hijo, pero él es engendrado únicamente por el Padre.
Dios dio la ley y los profetas, impulsando a éstos
a hablar bajo la moción del Espíritu Santo, para que, habiendo recibido la
inspiración del poder del Padre, anunciaran su consejo y su voluntad.
La Palabra, pues, se hizo visible, como dice san
Juan. Y repitió en síntesis todo lo que dijeron los profetas, demostrando así
que es realmente la Palabra por quien fueron hechas todas las cosas. Dice: En
el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la
Palabra era Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo
nada de lo que se ha hecho. Y más adelante: El mundo se hizo por medio de ella,
y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Responsorio Cf. Is 9, 6. 7; Jn 1, 4
R. Nos
nacerá un niño y será llamado «Dios poderoso» * se sentará sobre el trono de David,
su padre, y grande será su poder: llevará sobre sus hombros el señorío.
V. Él era la fuente de vida, y esta vida era la luz para los hombres.
R. Se sentará sobre el trono de David, su padre, y grande será su
poder: llevará sobre sus hombros el señorío.
Lecturas de la Feria de Adviento
(23 de diciembre)
23
Dic 2025
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (1,57-66)*
A
Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus
vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y se
alegraban con ella.
A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías,
como su padre; pero la madre intervino diciendo:
«¡No! Se va a llamar Juan».
Y le dijeron:
«Ninguno de tus parientes se llama así».
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió
una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos se quedaron maravillados.
Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a
Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se comentaban todos estos hechos por toda
la montaña de Judea. Y todos los que los oían reflexionaban diciendo:
«Pues ¿qué será este niño?»
Porque la mano del Señor estaba con él.
Palabra
del Señor
Canto Evangélico
Antifona: Se
ha cumplido ya todo lo que el ángel dijo de la Virgen María.
Benedictus Lc 1, 68-79
El Mesías y su precursor
+ Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo,
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
Oremos, hermanos, a Cristo, nuestro redentor, que
ha venido para darnos la justificación, y digámosle con júbilo:
Ven, Señor Jesús.
Señor, cuya venida en la carne anunciaron
antiguamente los profetas, — haz germinar en nosotros la semilla de las
virtudes.
Concede a los que anunciamos al mundo tu salvación,
— que la encontremos también en ti.
Tú que viniste a librar a los oprimidos, — cura las
dolencias de los que sufren.
Tú que reconciliaste al mundo con Dios en tu
primera venida, — absuélvenos de toda condenación cuando vengas como juez.
Se puede añadir algunas intenciones libres.
Repitamos las palabras de Jesús, pidiendo al Padre
que venga su reino: Padre nuestro.
Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Oración
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, al acercarnos a las
fiestas de Navidad, te pedimos que tu Hijo, que se encarnó en las entrañas de
la Virgen María y quiso vivir entre nosotros, nos haga partícipes de la
abundancia de su misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de
los siglos.
Amén.
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
Vísperas - 23 DE DICIEMBRE 2025
El siguiente es el formulario que corresponde a
vísperas de la liturgia de las horas para el día, martes, 23 de diciembre de
2025.
Invitatorio
Vísperas
Invocación
V. Dios
mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno
Alegría de nieve
por los caminos.
Todo espera la gracia
del Bien Nacido.
En desgracia los hombres,
dura la tierra.
Cuanta más nieve cae,
más cielo cerca.
La tierra tan dormida
ya se despierta.
Y hasta el hombre más muerto
se despereza.
Ya los montes se allanan
y las colinas,
y el corazón del hombre
vuelve a la vida. Amén.
Salmodia
Antífona 1: Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.
Salmo 136,1-6
Junto a los canales de Babilonia
Este
destierro y esclavitud material hay que tomarlo como símbolo de la esclavitud
espiritual. (S. Hilario)
Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras.
Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión.»
¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha;
que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías.
Antífona 2: Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.
Salmo 137
Acción de gracias
Los
reyes de la tierra llevarán a la ciudad santa su esplendor. (cf. Ap 21,24)
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.
El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida;
extiendes tu brazo contra la ira de mi enemigo,
y tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
Antífona 3: Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
Ap 4,11;5,9.10.12
Himno de los redimidos
Eres digno, Señor, Dios nuestro,
de recibir la gloria, el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y con tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes,
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría,
la fuerza, el honor, la gloria, y la alabanza.
Lectura Breve
2 Pe 3, 8b-9
Para el Señor un día es como mil años, y mil años
como un día. No es tardo el Señor en el
cumplimiento de sus promesas, como algunos piensan. Lo que hace es aguardaros
pacientemente, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos vengáis a
arrepentiros.
Responsorio Breve
V. Ven
a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
V. Que brille tu rostro y nos salve.
R. Señor Dios de los ejércitos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
Canto Evangélico
Antifona: Oh
Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los
pueblos, ven a salvarnos, Señor, Dios nuestro.
Magnificat Lc 1, 46-55
Alegría del alma en el Señor
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
Roguemos a nuestro Redentor, que viene a dar la
Buena Noticia a los pobres, y digámosle:
Manifiesta, Señor, tu gloria a los hombres.
Manifiéstate, Señor, a todos los que no te conocen,
— para que también ellos vean tu salvación.
Que tu nombre, Señor, se anuncie hasta los confines de la tierra,
— y que todos los hombres descubran el camino que conduce a ti.
Tú que viniste la vez primera para salvar al mundo,
— ven de nuevo para salvar a los que en ti creen.
Aquella libertad que tu venida dio a los redimidos,
— consérvala y defiéndela siempre con tu poder.
Aquí se pueden añadir algunas intenciones
libres.
Tú que ya viniste en la carne y vendrás de nuevo a juzgar al mundo,
— da en tu venida el premio eterno a los difuntos.
Llenos del Espíritu de Jesucristo, nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Oración
Dios todopoderoso y eterno, al acercarnos a las
fiestas de Navidad, te pedimos que tu
Hijo, que se encarnó en las entrañas de la Virgen María y quiso vivir entre
nosotros, nos
haga partícipes de la abundancia de su misericordia. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MARTES 23 DE DICIEMBRE 2025
Lecturas de la Feria de Adviento
(23 de diciembre)
23 Dic 2025
Primera Lectura
Lectura de la profecía de Malaquías (3,1-4.23-24):
Esto dice el Señor Dios:
«Voy a enviar a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí.
De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y
el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando,
dice el Señor del universo.
¿Quién resistirá el día de su llegada? ¿Quién se mantendrá en pie ante su
mirada? Pues es como el fuego de fundidor, como lejía de lavandero. Se sentará
como fundidor que refina la plata; refinará a los levitas y los acrisolará como
oro y plata, y el Señor recibirá ofrenda y oblación justas.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en tiempos
pasados, como antaño.
Mirad, os envío al profeta Elías, antes de que venga el Día del Señor, día
grande y terrible. Él convertirá el corazón de los padres hacia los hijos, y el
corazón de los hijos hacia los padres, para que no tenga que venir a castigar y
destruir la tierra».
Palabra de Dios
Salmo
Sal 24,4-5ab.8-9.10.14
R/. Levantaos, alzad la cabeza;
se acerca vuestra liberación.
V/. Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.
V/. El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.
V/. Las sendas del Señor son misericordia y
lealtad
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía a los que lo temen,
y les da a conocer su alianza. R/.
Lecturas
de la Feria de Adviento (23 de diciembre)
23 Dic 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,57-66)*
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y
dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le
había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella.
A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías,
como su padre; pero la madre intervino diciendo:
«¡No! Se va a llamar Juan».
Y le dijeron:
«Ninguno de tus parientes se llama así».
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió
una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos se quedaron maravillados.
Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a
Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se comentaban todos estos hechos por toda
la montaña de Judea. Y todos los que los oían reflexionaban diciendo:
«Pues ¿qué será este niño?»
Porque la mano del Señor estaba con él.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(El
pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre. Y al punto se abrió su boca
y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios)
*Qué alegría saber que con solo escribir el nombre de
un recién nacido; tiene la gracia y el poder de llenar a una persona de gozo, y
al mismo tiempo esa misma persona comenzar a bendecirá a Dios. Zacarías cuando
escribió el nombre, de cómo se llamaría su hijo, recibe al mismo tiempo, la libertad
de poder expresar con sus labios todas las gracias que había dentro de él. Debemos
recordar que Zacarías duda en cierta forma de las palabras del Ángel, porque él
se miró así mismo y también pensó en la edad de su mujer y vio que su condición
física y la de su esposa Isabel no eran ya la más adecuada para tener un hijo. Entonces
el ángel hizo que de su boca desaparezcan las palabras y quedó mudo. Pero cundo
escribió: juan será su nombre, se desato su lengua. Juan quiere decir (El Señor
ha regalado). También esta lectura viene en mi ayuda, porque también el Señor,
quiere desatar todas mis ataduras del corazón y quiere curar y vendar todas mis
heridas interiores para que me pueda llenar de gozo y disfrutar de las
bendiciones y las gracias que él tiene para mi*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




