Musica Para el Alma
lunes, 31 de mayo de 2021
EVANGELIO DE MARCOS 12,13-17 CICLO B
*Lecturas
de la 9ª Semana del Tiempo Ordinario Ciclo B*
Martes, 1 de junio de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (12,13-17)*
En aquel tiempo, enviaron a Jesús unos fariseos y partidarios de Herodes, para
cazarlo con una pregunta.
Se acercaron y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que no te
importa de nadie; porque no te fijas en lo que la gente sea, sino que enseñas
el camino de Dios sinceramente. ¿Es lícito pagar impuesto al César o no?
¿Pagamos o no pagamos?»
Jesús, viendo su hipocresía, les replicó: «¿Por qué intentáis cogerme? Traedme
un denario, que lo vea.»
Se lo trajeron.
Y él les preguntó: «¿De quién es esta cara y esta inscripción?»
Le contestaron: «Del César.»
Les replicó: «Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios a
Dios.»
Se quedaron admirados.
Palabra del Señor
(Maestro, sabemos que eres sincero)
*“Maestro,
Sabemos Que Eres Sincero”. Esto me llama a la atención porque hay personas que
están equivocada conmigo y piensan que soy sincero y es mentira. El Señor que me
mira y conoce muy mis pensamientos, sabe que en ocasiones saludo a una persona
y me atrevo a preguntarle ¿Cómo está? Y si el Señor en ese instante, les diera
el don de poder ver los pensamientos a esas personas que estoy saludando, quedaría
muy mal parado, porque no estoy siendo sincero con esa persona, porque le tengo
resentimiento dentro de mí en contra de esa persona. Me alegro con esta
palabra, porque el Señor viene a iluminar muchos lugares dentro de mí que aún no ha
recibido la luz de La Palabra del Señor*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL MARTES 1 DE JUNIO. SAN JUSTINO
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*San Justino*
Martes 1 de Junio
*Laudes - SAN JUSTINO, MÁRTIR 2021*
Justino, filósofo y
mártir, nació en Flavia Neápolis (Nablus), en Samaria, a comienzos del siglo
II, de familia pagana. Convertido a la fe, escribió diversas obras en defensa
del cristianismo; de entre ellas se conservan únicamente dos «Apologías» y el
«Diálogo con Trifón». Abrió en Roma una escuela donde sostenía discusiones
públicas. Fue martirizado con varios compañeros en tiempos de Marco Aurelio,
hacia el año 165.
SAN JUSTINO,
MÁRTIR el día, martes, 1 de junio de 2021
Invitatorio
V. Señor,
ábreme los labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antifona:
Salmo 94
Invitación a la alabanza divina
Animaos
los unos a los otros, día tras día, mientras dure este «hoy». (Hb 3,13)
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
(Se repite la antífona)
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
(Se repite la antífona)
Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
(Se repite la antífona)
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.
(Se repite la antífona)
Durante cuarenta años
aquella generación me asqueó, y dije:
“Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso.”»
(Se repite la antífona)
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
(Se repite la antífona)
Laudes
Himno
Es domingo; una luz nueva
resucita la mañana
con su mirada inocente,
llena de gozo y de gracia.
Es domingo; la alegría
del mensaje de la Pascua
es la noticia que llega
siempre y que nunca se gasta.
Es domingo; la pureza
no sólo la tierra baña,
que ha penetrado
en la vida por las ventanas del alma.
Es domingo; la presencia
de Cristo llena la casa:
la Iglesia, misterio y fiesta,
por él y en él convocada.
Es domingo; «éste es el día
que hizo el Señor», es la Pascua,
día de la creación
nueva y siempre renovada.
Es domingo; de su hoguera
brilla toda la semana
y vence oscuras tinieblas
en jornadas de esperanza.
Es domingo; un canto nuevo
toda la tierra le canta
al Padre, al Hijo, al Espíritu,
único Dios que nos salva. Amén.
Salmodia
Antífona
1: Te alabarán mis labios, Señor, porque tu gracia vale más que la
vida.
Salmo 62, 2-9
El alma sedienta de Dios
Madruga
por Dios todo el que rechaza las obras de las tinieblas.
Oh Dios,
tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Antífona
2: Mártires del Señor, bendecid al Señor por los siglos.
Dn 3,57-88.56
Toda la creación alabe al Señor
Alabad al
Señor, sus siervos todos. (Ap 19,5)
Criaturas
todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor;
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
Antífona
3: «Al vencedor lo pondré de columna en mi santuario», dice el Señor.
Salmo 149
Alegría de los santos
Los hijos
de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, se alegran por su Rey, Cristo, el Señor.
(Hesiquio)
Cantad al
Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Lectura Breve
2 Co 1, 3-5
Bendito
sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo Padre de misericordia y Dios de
todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder nosotros
consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros
somos consolados por Dios. Porque si es cierto que los sufrimientos de Cristo
rebosan sobre nosotros, también por Cristo rebosa nuestro consuelo.
Responsorio Breve
V. El
Señor es mi fuerza y m¡ energía.
R. El Señor es mi fuerza y m¡ energía.
V. Él es mi salvación.
R. Y mi energía.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El Señor es mi fuerza y mi energía.
V. Me asaltaban angustias y aprietos.
R. Tus mandatos son mi delicia.
Lecturas
Primera Lectura
Del libro del Eclesiástico 51, 1-12
ACCIÓN DE GRACIAS A DIOS, QUE LIBRA A LOS SUYOS DE LA TRIBULACIÓN
Te alabo, mi Dios y salvador, te doy gracias, Dios de mi padre.
Contaré tu fama, refugio de mi vida, porque me has salvado de la muerte,
detuviste mi cuerpo ante la fosa, libraste mis pies de las garras del abismo,
me salvaste del látigo de la lengua calumniosa y de los labios que se
pervierten con la mentira, estuviste conmigo frente a mis rivales. Me
auxiliaste con tu gran misericordia; del lazo de los que acechan mi traspié,
del poder de los que me persiguen a muerte; me salvaste de múltiples peligros: del
cerco apretado de las llamas, del incendio de un fuego que no ardía, del
vientre de un océano sin agua, de labios mentirosos e insinceros, de las
flechas de una lengua traidora.
Cuando estaba ya para morir y casi en lo profundo del abismo, me volvía a todas
partes, y nadie me auxiliaba, buscaba un protector, y no lo había. Recordé la
compasión del Señor y su misericordia eterna, que libra a los que se acogen a
él y los rescata de todo mal. Desde la tierra levanté la voz y grité desde las
puertas del abismo, invoqué al Señor: «Tú eres mi padre, tú eres mi fuerte
salvador, no me abandones en el peligro, a la hora del espanto y turbación:
alabaré siempre tu nombre y te llamaré en mi súplica.» El Señor escuchó mi voz
y prestó oído a mi súplica, me salvó de todo mal, me puso a salvo del peligro.
Por eso doy gracias, y alabo y bendigo el nombre del Señor.
Si 51, 2. Sal 30, 8
R. Cantaré tu fama, Señor. * Porque
has sido el refugio de mi vida.
V. Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría, Señor.
R. Porque has sido el refugio de mi vida.
Segunda Lectura
De las Actas del martirio de san Justino y compañeros
(Caps. 1-5: cf. PG 6,1366-1371)
SIGO LAS VERDADERAS DOCTRINAS DE LOS CRISTIANOS
Apresados los santos, fueron conducidos ante el prefecto de Roma,
de nombre Rústico.
Llegados ante el tribunal, el prefecto Rústico dijo a Justino: «Ante todo cree
en los dioses y obedece a los emperadores.» Justino contestó: «El hecho de que
obedezcamos los preceptos de nuestro Salvador Jesucristo no puede ser objeto ni
de acusación ni de detención.» Rústico replicó: «¿Qué doctrinas profesas?»
Justino dijo: «Me he esforzado por conocer todas las doctrinas, y sigo las
verdaderas doctrinas de los cristianos aunque desagrade a aquellos que son
presa de sus errores.» Rústico replicó: «¿Estas doctrinas te agradan a ti, desgraciado?»
Justino contestó: «Sí, porque profeso la verdadera doctrina siguiendo a los
cristianos.» Rústico preguntó: «¿Qué doctrinas son ésas?» Justino contestó: «Adoramos
al Dios de los cristianos, que es uno, y creador y artífice de todo el universo,
de las cosas visibles e invisibles; creemos en nuestro Señor Jesucristo como
Hijo de Dios, anunciado por los profetas como el que había de venir al género
humano, mensajero de salvación y maestro de insignes discípulos. Yo soy un
hombre indigno para poder hablar adecuadamente de su infinita divinidad; reconozco
que para hablar de él es necesaria la virtud profética, pues fue profetizado,
como te dije, que éste, de quien he hablado, es el Hijo de Dios. Yo sé que los
profetas que vaticinaron su venida a los hombres recibían su inspiración del
cielo.» Rústico preguntó: «¿Luego tú eres cristiano?» Justino respondió: «Sí, soy
cristiano.» El prefecto dijo a Justino: «Escucha, tú que te las das de saber y
conocer las verdaderas doctrinas; si después de azotado mando que te corten la
cabeza, ¿crees que subirás al cielo?» Justino contestó: «Espero que entraré en
la casa del Señor si soporto todo lo que tú dices; pues sé que a todos los que
vivan rectamente les está reservada la recompensa divina hasta el fin de los siglos.»
El prefecto Rústico preguntó: «Así, pues, ¿te imaginas que cuando subas al
cielo recibirás la justa recompensa?» Justino contestó: «No me lo imagino, sino
que lo sé y estoy cierto.» El prefecto Rústico dijo: «Vamos al asunto que nos
interesa y nos apremia. Poneos de acuerdo y sacrificad a los dioses.» Justino
respondió: «Nadie, a no ser por un extravío de su razón, pasa de la piedad a la
impiedad.» Rústico replicó: «Si no hacéis lo que os mandamos, seréis torturados
sin misericordia.» Justino contestó: «Es nuestro deseo más ardiente el sufrir
por amor de nuestro Señor Jesucristo, para ser salvados. Este sufrimiento nos
dará la salvación y la confianza ante el tribunal de nuestro Señor y Salvador,
que será universal y más terrible que éste.» Igualmente, los otros mártires
dijeron:
«Haz lo que quieras; somos cristianos y no sacrificaremos a los ídolos.» El
prefecto Rústico pronunció la sentencia, diciendo:
«Por no haber querido sacrificar a los dioses ni obedecer la orden del emperador,
que sean azotados y conducidos al suplicio, para sufrir la pena capital de
acuerdo con las leyes.»
Los santos mártires, glorificando a Dios, fueron conducidos al lugar
acostumbrado; allí fueron decapitados y consumaron su martirio en la confesión
de nuestro Señor Jesucristo.
Cf. Hch 20, 20. 21. 24; Rm 1, 16
R. No he ahorrado medio alguno al insistiros a creer en nuestro
Señor Jesús; * a mí no me importa la vida; lo que me importa es completar
mí carrera, y cumplir el encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del
Evangelio, que es la gracia de Dios. Aleluya.
V. No me avergüenzo del Evangelio; es, en verdad, poder de Dios
para salvación de todo el que crea, primero de los judíos y luego de los
gentiles.
R. A mí no me importa la vida; lo que me importa es completar
mi carrera, y cumplir el encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del
Evangelio, que es la gracia de Dios. Aleluya.
*Lecturas
de la 9ª Semana del Tiempo Ordinario Ciclo B*
Martes, 1 de junio de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (12,13-17)*
En aquel tiempo, enviaron a Jesús unos fariseos y partidarios de Herodes, para
cazarlo con una pregunta.
Se acercaron y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que no te
importa de nadie; porque no te fijas en lo que la gente sea, sino que enseñas
el camino de Dios sinceramente. ¿Es lícito pagar impuesto al César o no?
¿Pagamos o no pagamos?»
Jesús, viendo su hipocresía, les replicó: «¿Por qué intentáis cogerme? Traedme
un denario, que lo vea.»
Se lo trajeron.
Y él les preguntó: «¿De quién es esta cara y esta inscripción?»
Le contestaron: «Del César.»
Les replicó: «Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios a
Dios.»
Se quedaron admirados.
Palabra del Señor
Canto Evangélico
Antifona: Al
ofrecer nuestro sacrificio, alabamos al Creador de todo, por medio de su Hijo
Jesucristo y del Espíritu Santo. Aleluya.
Benedictus
Lc 1, 68-79
El Mesías y
su precursor
+ Bendito
sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo,
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
Celebremos,
amados hermanos, a Jesús, el testigo fiel, y al recordar hoy a los santos mártires
sacrificados a causa de la palabra de Dios, aclamémosle diciendo:
*Nos has comprado, Señor, con tu
sangre*.
Por la intercesión de los santos mártires que entregaron libremente su vida
como testimonio de la fe, — concédenos, Señor, la verdadera libertad de
espíritu.
Por la intercesión de los santos mártires que proclamaron la fe hasta derramar
su sangre, — concédenos, Señor, la integridad y constancia de la fe.
Por la intercesión de los santos mártires que soportando la cruz siguieron tus
pasos, — concédenos, Señor, soportar con generosidad las contrariedades de la
vida.
Por la intercesión de los santos mártires que blanquearon su manto en la sangre
del Cordero, — concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la carne.
Aquí se pueden añadir algunas intenciones libres.
Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo:
Padre nuestro.
Padre Nuestro
Padre
nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Oración
Oremos:
Señor, tú
que has enseñado a san Justino a encontrar en la locura de la cruz la incomparable
sabiduría de Cristo, concédenos, por intercesión de tu mártir, la gracia de
alejar los errores que nos cercan y de mantenernos firmes en la fe. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
*San Justino*
“La oración y la acción de gracias son lo que más agrada a
Dios"
San Justino nació alrededor del año 100, en la antigua Siquem, en
Samaria (ciudad que en su tiempo se llamaba Naplus). Sus padres eran paganos,
de origen griego, y le dieron una excelente educación, instruyéndolo lo mejor
posible en filosofía, literatura e historia.
En sus libros, sobre todo "Diálogo con el Judío Tifón"
nos cuenta que tuvo un largo camino filosófico de búsqueda de la verdad,luego
del cual, llegó a la fe cristiana. Fundó una escuela en Roma, donde enseñaba
gratuitamente a los alumnos en la nueva religión, considerada como la verdadera
filosofía. En ella, de hecho, había encontrado la verdad y por tanto el arte de
vivir de manera recta. Por este motivo fue denunciado y fue decapitado en torno
al año 165, bajo el reino de Marco Aurelio, el emperador filósofo a quien
Justino había dirigido su «Apología».
Justino y sus obras demuestran cómo la Iglesia celebraba el culto
desde sus inicios. Las actas que se conservan acerca del martirio de Justino
son uno de los documentos más impresionantes que se conservan de la antigüedad.
Justino es llevado ante el alcalde de Roma, y empieza entre los dos un diálogo
emocionante:
Alcalde. ¿Cuál es su especialidad? ¿En qué se ha especializado?
Justino. Durante mis primero treinta años me dediqué a estudiar
filosofía, historia y literatura. Pero cuando conocí la doctrina de Jesucristo
me dediqué por completo a tratar de convencer a otros de que el cristianismo es
la mejor religión.
Alcalde. Loco debe de estar para seguir semejante religión, siendo
Ud. tan sabio.
Justino. Ignorante fui cuando no conocía esta santa religión. Pero
el cristianismo me ha proporcionado la verdad que no había encontrado en
ninguna otra religión.
Alcalde. ¿Y qué es lo que enseña esa religión?
Justino. La religión cristiana enseña que hay uno solo Dios y
Padre de todos nosotros, que ha creado los cielos y la tierra y todo lo que
existe. Y que su Hijo Jesucristo, Dios como el Padre, se ha hecho hombre por
salvarnos a todos. Nuestra religión enseña que Dios está en todas partes
observando a los buenos y a los malos y que pagará a cada uno según haya sido
su conducta.
Alcalde. ¿Y Usted persiste en declarar públicamente que es
cristiano?
Justino. Sí declaro públicamente que soy un seguidor de Jesucristo
y quiero serlo hasta la muerte.
El alcalde pregunta luego a los amigos de Justino si ellos también
se declaran cristianos y todos proclaman que sí, que prefieren morir antes que
dejar de ser amigos de Cristo.
Alcalde. Y si yo lo mando torturar y ordeno que le corten la
cabeza, Ud. que es tan elocuente y tan instruido ¿cree que se irá al cielo?
Justino. No solamente lo creo, sino que estoy totalmente seguro de
que si muero por Cristo y cumplo sus mandamientos tendré la Vida Eterna y
gozaré para siempre en el cielo.
Alcalde. Por última vez le mando: acérquese y ofrezca incienso a
los dioses. Y si no lo hace lo mandaré a torturar atrozmente y haré que le
corten la cabeza.
Justino. Ningún cristiano que sea prudente va a cometer el
tremendo error de dejar su santa religión por quemar incienso a falsos dioses.
Nada más honroso para mí y para mis compañeros, y nada que más deseemos, que
ofrecer nuestra vida en sacrificio por proclamar el amor que sentimos por
Nuestro Señor Jesucristo.
Los otros cristianos gritaron que ellos estaban totalmente de
acuerdo con lo que Justino acababa de decir.
Justino y sus compañeros, cinco hombres y una mujer, fueron
azotados cruelmente, y luego les cortaron la cabeza.
Y el antiguo documento termina con estas palabras: "Algunos
fieles recogieron en secreto los cadáveres de los siete mártires, y les dieron
sepultura, y se alegraron que les hubiera concedido tanto valor, Nuestro Señor
Jesucristo a quien sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amen".
*Vísperas - SAN JUSTINO, MÁRTIR 2021*
Memoria
Justino, filósofo y
mártir, nació en Flavia Neápolis (Nablus), en Samaria, a comienzos del siglo
II, de familia pagana. Convertido a la fe, escribió diversas obras en defensa
del cristianismo; de entre ellas se conservan únicamente dos «Apologías» y el «Diálogo
con Trifón». Abrió en Roma una escuela donde sostenía discusiones públicas. Fue
martirizado con varios compañeros en tiempos de Marco Aurelio, hacia el año
165.
SAN JUSTINO,
MÁRTIR el día, martes, 1 de junio de 2021.
Vísperas
Invocación
V. Dios
mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno
Libra mis ojos de la muerte;
dales la luz que es su destino.
Yo, como el ciego del camino,
pido un milagro para verte.
Haz de esta piedra de mis manos
una herramienta constructiva;
cura su fiebre posesiva
y ábrela al bien de mis hermanos.
Que yo comprenda, Señor mío,
al que se queja y retrocede;
que el corazón no se me quede
desentendidamente frío.
Guarda mi fe del enemigo
(¡tantos me dicen que estás muerto!)
Tú que conoces el desierto,
dame tu mano y ven conmigo.
Salmodia
Antífona
1: El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su
cruz y se venga conmigo.
Salmo 114
ACCIÓN DE GRACIAS
Amo al
Señor, porque escucha
mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco.
Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
"Señor, salva mi vida".
El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas, me salvó.
Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo:
arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.
Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.
Antífona
2: A quien me sirva, mi Padre del cielo lo premiará.
Salmo 115
ACCIÓN DE GRACIAS EN EL TEMPLO
Tenía fe,
aún cuando dije:
"¡Qué desgraciado soy!"
Yo decía en mi apuro:
"Los hombres son unos mentirosos".
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
Antífona
3: El que pierda su vida por mí la encontrará para siempre.
Cántico Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
HIMNO A DIOS CREADOR
Eres
digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Lectura Breve
1 Pe 4,
13-14
Queridos
hermanos: Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que,
cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo. Si os ultrajan por el nombre
de Cristo, dichosos vosotros: porque el Espíritu de la gloria, el Espíritu de
Dios, reposa sobre vosotros.
Responsorio Breve
V. Oh
Dios, nos pusiste a prueba, pero nos has dado respiro.
R. Oh Dios, nos pusiste a prueba, pero nos has dado respiro.
V. Nos refinaste como refinan la plata.
R. Pero nos has dado respiro.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Oh Dios, nos pusiste a prueba, pero nos has dado respiro.
Canto Evangélico
Antifona: Un
fuego ardiente se apoderó de mi espíritu y el intenso amor de los profetas y de
aquellos hombres que son amigos de Cristo invadió mi alma. Aleluya.
MagnificatLc
1, 46-55
Alegría del
alma en el Señor
Proclama
mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
A la
misma hora en que el Rey de los mártires ofreció su vida, en la última cena, y
la entregó en la cruz, démosle gracias, diciendo:
Te glorificamos, Señor.
Porque nos amaste hasta el extremo, Salkvador nuestro, principio y origen de
todo martirio:
Te glorificamos, Señor.
Porque no cesas de llamar a los pecadores arrepentidos, para los premios de tu
reino:
Te glorificamos, Señor.
Porque has dado a la Iglesia, como sacrificio, a sangre de la alianza nueva y
eterna para el perdón de los pecados:
Te glorificamos, Señor.
Porque, con tu gracia, nos has dado perseverancia en la fe, durante el día que
ahora
termina: Te glorificamos, Señor.
Porque has asociado a tu muerte a nuestros hermanos difuntos.
Te glorificamos, Señor.
Padre nuestro.
Padre Nuestro
Padre
nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Oración
Dios de
poder y misericordia, que diste tu fuerza al mártir San Justino para que
pudiera resistir el dolor de su martirio, concédenos que quienes celebramos hoy
el día de su victoria, con tu protección, vivamos libres de las asechanzas del
enemigo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MARTES 1 DE JUNIO 2021
*Lecturas
de la 9ª Semana del Tiempo Ordinario Ciclo B*
Martes, 1 de junio de 2021
Primera
lectura
Lectura del
libro de Tobías (2,9-14):
Yo, Tobías, la noche de Pentecostés, cuando hube enterrado el cadáver, después
del baño fui al patio y me tumbé junto a la tapia, con la cara destapada porque
hacía calor; yo no sabía que en la tapia, encima de mí, había un nido de
gorriones; su excremento caliente me cayó en los ojos, y se me formaron nubes.
Fui a los médicos a que me curaran; pero cuanto más ungüento me daban, más
vista perdía, hasta que me quedé completamente ciego. Estuve sin vista cuatro
años. Todos mis parientes se apenaron por mi desgracia, y Ajicar me cuidó dos
años, hasta que marchó a Elimaida. En aquella situación, mi mujer Ana se puso
hacer labores para ganar dinero. Los clientes le daban el importe cuando les
llevaba la labor terminada. El siete de marzo, al acabar una pieza y mandársela
a los clientes, éstos le dieron el importe íntegro y le regalaron un cabrito
para que lo trajese a casa. Cuando llegó, el cabrito empezó a balar.
Yo llamé a mi mujer y le dije: «¿De dónde viene ese cabrito? ¿No será robado?
Devuélveselo al dueño, que no podemos comer nada robado.»
Ana me respondió: «Me lo han dado de propina, además de la paga.»
Pero yo no la creía y, abochornado por su acción, insistí en que se lo
devolviera al dueño.
Entonces me replicó: «¿Y dónde están tus limosnas? ¿Dónde están tus obras de
caridad? ¡Ya ves lo que te pasa!»
Palabra de Dios
Salmo
Sal
111,1-2.7-8.9
R/. El corazón del
justo está firme en el Señor
Dichoso el que teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R/.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos. R/.
*Lecturas
de la 9ª Semana del Tiempo Ordinario Ciclo B*
Martes, 1 de junio de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (12,13-17)*
En aquel tiempo, enviaron a Jesús unos fariseos y partidarios de Herodes, para
cazarlo con una pregunta.
Se acercaron y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que no te
importa de nadie; porque no te fijas en lo que la gente sea, sino que enseñas
el camino de Dios sinceramente. ¿Es lícito pagar impuesto al César o no?
¿Pagamos o no pagamos?»
Jesús, viendo su hipocresía, les replicó: «¿Por qué intentáis cogerme? Traedme
un denario, que lo vea.»
Se lo trajeron.
Y él les preguntó: «¿De quién es esta cara y esta inscripción?»
Le contestaron: «Del César.»
Les replicó: «Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios a
Dios.»
Se quedaron admirados.
Palabra del Señor
(Maestro, sabemos que eres sincero)
*“Maestro,
Sabemos Que Eres Sincero”. Esto me llama a la atención porque hay personas que
están equivocada conmigo y piensan que soy sincero y es mentira. El Señor que me
mira y conoce muy mis pensamientos, sabe que en ocasiones saludo a una persona
y me atrevo a preguntarle ¿Cómo está? Y si el Señor en ese instante, les diera
el don de poder ver los pensamientos a esas personas que estoy saludando, quedaría
muy mal parado, porque no estoy siendo sincero con esa persona, porque le tengo
resentimiento dentro de mí en contra de esa persona. Me alegro con esta
palabra, porque el Señor viene a iluminar muchos lugares dentro de mí que aún
no ha recibido la luz de La Palabra del Señor*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.