Musica Para el Alma
sábado, 16 de octubre de 2021
EVANGELIO DE MARCOS 10,35-45 CICLO B
*Lecturas
del Domingo 29º del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
Domingo, 17 de octubre de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (10,35-45)*
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y
le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.»
Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?»
Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu
izquierda.»
Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo
he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?»
Contestaron: «Lo somos.»
Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con
el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi
izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.» Los otros diez, al
oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes
de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de
eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser
primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que
le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»
Palabra del Señor
《No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo
he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?》
*Está lectura me llena de esperanza, porque la carne
de éstos dos hermanos y discípulos del Señor, es la misma que tengo. El Señor
me habla de la humillación, de sufrimiento y dar la vida. El Señor me habla de
dar la vida, me dice que si quiero ser cristiano, me espera la humillación, la
persecución, los insultos y morir. Tengo
la esperanza, de llegar hacer un auténtico cristiano; pero ahora tengo que
entrar en mi realidad concreta y poner los pies sobre la tierra, porque si no
acepto la corrección y no uso la oración como mi gran amiga, no tendré las fuerzas
necesaria para entrar, en el sufrimiento, en servir al otro, en aceptarlo como
es, sin querer cambiarlo con mis fuerzas y mucho menos de dar la vida por,
aquel que no es de mi agrado*
*El que desea y
quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL DOMINGO 17. SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*San Ignacio de Antioquía*
DOMINGO SEMANA I
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva.
Aleluya.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva.
Aleluya.
Himno: ES VERDAD QUE LAS LUCES DEL ALBA
Es verdad que las luces del alba
del día de hoy
son más puras, radiantes y bellas,
por gracia de Dios.
Es verdad que yo siento en mi vida,
muy dentro de mí,
que la gracia de Dios es mi gracia,
que no merecí.
Es verdad que la gracia del Padre,
en Cristo Jesús,
es la gloria del hombre y del mundo
bañados en luz.
Es verdad que la Pascua de Cristo
es pascua por mí,
que su muerte y victoria me dieron
eterno vivir.
Viviré en alabanzas al Padre,
que al Hijo nos dio,
y que el santo Paráclito inflame
nuestra alma en amor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Por ti madrugo, Dios mío, para contemplar tu fuerza y tu gloria.
Aleluya.
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Por ti madrugo, Dios mío, para contemplar tu fuerza y tu gloria.
Aleluya.
Ant 2. En medio de las llamas, los tres jóvenes, unánimes, cantaban:
«Bendito sea el Señor.» Aleluya.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. En medio de las llamas, los tres jóvenes, unánimes, cantaban:
«Bendito sea el Señor.» Aleluya.
Ant 3. Que el pueblo de Dios se alegre por su Rey. Aleluya.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Que el pueblo de Dios se alegre por su Rey. Aleluya.
LECTURA BREVE Ap 7, 10. 12
¡La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!
La bendición, y la gloria, y la sabiduría, y la acción de gracias, y el honor,
y el poder, y la fuerza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE
V. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
V. Tú que estás sentado a la derecha del Padre.
R. Ten piedad de nosotros.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Primera Lectura
Del segundo libro de los Reyes 22, 8.10-23,
4.21-23
EN TIEMPO DE JOSÍAS, ES ENCONTRADO EL LIBRO DE
LA LEY. RENOVACIÓN DE LA ALIANZA Y CELEBRACIÓN DE LA PASCUA
En aquellos días el
sumo sacerdote Helcías dijo al cronista Safán:
“He encontrado en el templo el libro de la ley.”
Entregó el libro a Safán, y éste lo leyó. Y le comunicó la noticia al rey: «El
sacerdote Helcías me ha dado un libro.»
Safán lo leyó ante el rey; y, cuando el rey oyó el contenido del libro de la
ley, se rasgó las vestiduras. Y ordenó al sacerdote Helcías, a Ajicán, hijo de
Safán, a Aebor, hijo de Miqueas, al cronista Safán y a Asaías, funcionario
real: «Id a consultar al Señor por mí y por el pueblo y por todo Judá, a
propósito de este libro que han encontrado; porque el Señor estará enfurecido
contra nosotros, porque nuestros padres no obedecieron los mandatos de este
libro cumpliendo lo prescrito en él.»
Entonces, el sacerdote Helcías, Ajicán, Acbor, Safán y Asaías fueron a ver a la
profetisa Julda, esposa de Salún, el guardarropa, hijo de Ticua de Jarjás.
Julda vivía en Jerusalén, en el Barrio Nuevo. Le expusieron el caso, y ella les
respondió: «Así dice el Señor, Dios de Israel: Decidle al que os ha enviado:
Así dice el Señor: "Yo voy a traer la desgracia sobre este lugar y todos
sus habitantes: todas las maldiciones de este libro, que ha leído el rey de
Judá; por haberme abandonado y haber quemado incienso a otros dioses,
irritándome con sus ídolos, está ardiendo mi cólera contra este lugar, y no se
apagará."
Y al rey de Judá, que os ha enviado a consultar al Señor, decidle: Así dice el
Señor, Dios de Israel: "Puesto que, al oír la lectura, lo has sentido de corazón,
y te has humillado ante el Señor, al oír mi amenaza contra este lugar y sus
habitantes, que serán objeto de
espanto y de maldición; puesto que te has rasgado las vestiduras y llorado en
mi presencia, también yo te escucho —oráculo del Señor—. Por eso, cuando yo te reúna
con tus padres, te enterrarán en paz, sin que llegues a ver con tus ojos la
desgracia que voy a
traer a este lugar."» Ellos llevaron la respuesta al rey. Y éste mandó al
sumo sacerdote Helcías, al vicario y a los porteros que sacaran del templo
todos los utensilios fabricados para Baal, Astarté y
todo el ejército del cielo. Los quemó fuera de Jerusalén, en los campos del
Cedrón, y llevaron las cenizas a Betel. Luego, se volvió a Jerusalén y ordenó
al pueblo: «Celebrad la Pascua en honor del Señor, vuestro Dios, como está
prescrito en este libro de la alianza.»
No se había celebrado una Pascua semejante desde el tiempo en que los jueces gobernaban
a Israel, ni durante todos los reyes de Israel y Judá. Fue el año dieciocho del
reinado de Josías cuando se celebró aquella Pascua en Jerusalén, en honor del
Señor.
Responsorio Jr 11,4; Jn 15,10
R. Obedecedme y haced
lo que os mando; * así seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.
V. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor.
R. Así seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.
Segunda Lectura
De la carta de san Agustín, obispo, a Proba
(Carta 130, 8,15.17-9,18: CSEL 44, 56-57. 59-60)
QUE NUESTRO DESEO DE LA VIDA ETERNA SE EJERCITE
EN LA ORACIÓN
¿Por qué en la
oración nos preocupamos de tantas cosas y nos preguntamos cómo hemos de orar,
temiendo que nuestras plegarias no procedan con rectitud, en lugar de limitarnos
a decir con el salmo: Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa
del
Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor, contemplando su
templo? En aquella morada, los días no consisten en el empezar y en el pasar
uno después de otro ni el comienzo de un día significa el fin del anterior;
todos los días se dan simultáneamente, y ninguno se termina allí donde ni la
vida ni sus días tienen fin.
Para que lográramos esta vida dichosa, la misma Vida verdadera y dichosa nos
enseñó a orar; pero no quiso que lo hiciéramos con muchas palabras, como si nos
escuchara mejor cuanto más locuaces nos mostráramos, pues, como el mismo Señor
dijo, oramos a aquel que conoce nuestras necesidades aun antes de que se las
expongamos.
Puede resultar extraño que nos exhorte a orar aquel que conoce nuestras
necesidades antes de que se las expongamos, si no comprendemos que nuestro Dios
y Señor no pretende que le descubramos nuestros deseos, pues él ciertamente no
puede
desconocerlos, sino que pretende que, por la oración, se acreciente nuestra
capacidad de desear, para que así nos hagamos más capaces de recibir los dones
que nos prepara. Sus dones, en efecto, son muy grandes, y nuestra capacidad de
recibir es pequeña e insignificante. Por eso, se nos dice: Ensanchaos; no os
unzáis al mismo yugo con los infieles.
Cuanto más fielmente creemos, más firmemente esperamos y más ardientemente deseamos
este don, más capaces somos de recibirlo; se trata de un don realmente inmenso,
tanto, que ni el ojo vio, pues no se trata de un color; ni el oído oyó, pues no
es
ningún sonido; ni vino al pensamiento del hombre, ya que es el pensamiento del
hombre el que debe ir a aquel don para alcanzarlo.
Así, pues, constantemente oramos por medio de la fe, de la esperanza y de la
caridad, con un deseo ininterrumpido. Pero, además, en
determinados días y horas, oramos a Dios también con palabras, para que,
amonestándonos a nosotros mismos por medio de estos signos externos, vayamos
tomando conciencia de cómo progresamos en nuestro deseo y, de este modo, nos
animemos a proseguir en él. Porque, sin duda alguna, el efecto será tanto mayor,
cuanto más intenso haya sido el afecto que lo hubiera precedido. Por tanto, aquello
que nos dice el Apóstol: Sed constantes en orar, ¿qué otra cosa puede
significar sino que debemos desear incesantemente la vida dichosa, que es la
vida eterna, la cual nos ha de venir del único que la puede dar?
Responsorio Sal 83, 5; Za 2, 11
R. Dichosos los que
viven en tu casa, Señor, * ellos te alabarán eternamente.
V. En aquel día se unirán al Señor muchos pueblos, y serán su pueblo.
R. Ellos te alabarán eternamente.
*Lecturas del Domingo 29º del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
Domingo, 17 de octubre de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (10,35-45)*
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y
le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.»
Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?»
Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu
izquierda.»
Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo
he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?»
Contestaron: «Lo somos.»
Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con
el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi
izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.» Los otros diez, al
oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes
de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de
eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser
primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que
le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.
PRECES
Glorifiquemos al Señor Jesús, luz que alumbra a todo hombre y sol
de justicia que no conoce el ocaso, y digámosle:
Tú que eres nuestra vida y nuestra salvación, Señor, ten piedad.
Creador de la luz, de cuya bondad recibimos, con acción de gracias, las
primicias de este día;
te pedimos que el recuerdo de tu santa resurrección sea nuestro gozo durante
este domingo.
Que tu Espíritu Santo nos enseñe a cumplir tu voluntad,
y que tu sabiduría dirija hoy todas nuestras acciones.
Que al celebrar la eucaristía de este domingo tu palabra nos llene de gozo,
y que la participación en el banquete de tu amor haga crecer nuestra esperanza.
Que sepamos contemplar las maravillas que tu generosidad nos concede,
y vivamos durante todo el día en acción de gracias.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Digamos ahora todos juntos la oración que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte
ni santo; aumenta los signos de tu misericordia sobre nosotros, para que, bajo
tu dirección, de tal modo nos sirvamos de las cosas pasajeras que por ellas
alcancemos con mayor plenitud las eternas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
*San Ignacio de Antioquía*
La palabra "Ignacio" viene de "ignis" (fuego).
El corazón de San Ignacio era un fuego ardiente de amor por Cristo. Decía que Cristo
está en el pecho de los cristianos.
De sobrenombre "Theophorus" (portador de Dios).
Fue ilustre testigo de Cristo por su palabra y por su martirio.
San Ignacio de Antioquía se le llama Padres Apostólico porque,
habiendo nacido en Antioquía en el siglo I, fue discípulo de los Apóstoles San
Pablo y San Juan.
San Ignacio de Antioquía fue el tercer obispo de Antioquía, Siria,
siendo San Pedro y San Evodio los dos primeros. San Juan Crisóstomo escribe que
San Ignacio fue consagrado obispo de manos de los Apóstoles Pedro y Pablo.
Según Theodoret, Ignacio fue asignado obispo de Antioquía por San Pedro.
Antioquía era la tercera ciudad más importante del imperio,
después de Roma y Alejandría. También era una de las iglesias más importantes e
influyentes. Habían en Antioquía muchos cristianos de procedencia judía que
huyeron de la destrucción de Jerusalén ocurrida en el 70 AD.
El Emperador Trajano al principio respetó a los cristianos, pero
por gratitud a sus dioses tras su victoria sobre los dacios y escitas, comenzó
a perseguir a quienes no los adoraban. Hay una relación legendaria sobre el
arresto de San Ignacio y su entrevista personal con el emperador. Sin embargo,
desde época muy remota nos llega el interrogatorio al que fue sometido:
-"¿Quién eres tú, espíritu malvado, que osas desobedecer mis
órdenes e incitas a otros a su perdición?"
-"Nadie llama a Teóforo espíritu malvado", respondió el santo.
-"¿Quién es Teóforo?
-"El que lleva a Cristo dentro de sí".
-"¿Quiere eso decir que nosotros no llevamos dentro a los dioses que nos
ayudan contra nuestros enemigos?", preguntó el emperador.
-"Te equivocas cuando llamas dioses a los que no son sino diablos",
replicó Ignacio. "Hay un solo Dios que hizo el cielo y la tierra y todas
las cosas; y un solo Jesucristo, en cuyo reino deseo ardientemente ser
admitido".
-"¿Te refieres al que fue crucificado bajo Poncio Pilato?".
-"Sí, a Aquél que con su muerte crucificó el pecado y a su autor, y que
proclamó que toda malicia diabólica ha de ser hollada por quienes lo llevan en
el corazón".
-"¿Entonces tú llevas a Cristo dentro de ti?
-"Sí, porque está escrito, viviré con ellos y caminaré con ellos".
Cuando lo mandaron a encadenar para llevarlo a morir en Roma, San
Ignacio exclamó: "te doy gracias, Señor, por haberme permitido darte esta
prueba de amor perfecto y por dejar que me encadenen por Tí, como tu apóstol
Pablo".
Fuente: Corazones
II VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: DIOS DE LA LUZ, PRESENCIA ARDIENTE.
Dios de la luz, presencia ardiente
sin meridiano ni frontera:
vuelves la noche mediodía,
ciegas al sol con tu derecha.
Como columna de la aurora,
iba en la noche tu grandeza;
te vio el desierto, y destellaron
luz de tu gloria las arenas.
Cerró la noche sobre Egipto
como cilicio de tinieblas;
para tu pueblo amanecías
bajo los techos de las tiendas.
Eres la luz, pero en tu rayo
lanzas el día o la tiniebla:
ciegas los ojos del soberbio,
curas al pobre su ceguera.
Cristo Jesús, tú que trajiste
fuego a la entraña de la tierra,
guarda encendida nuestra lámpara
hasta la aurora de tu vuelta. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Desde Sión extenderá el Señor el poder de su cetro, y reinará
eternamente. Aleluya.
Salmo 109, 1-5. 7 - EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE.
Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies.»
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora.»
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno
según el rito de Melquisedec.»
El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente,
por eso levantará la cabeza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Desde Sión extenderá el Señor el poder de su cetro, y reinará
eternamente. Aleluya.
Ant 2. En presencia del Señor se estremece la tierra. Aleluya.
Salmo 113 A - ISRAEL LIBRADO DE EGIPTO; LAS MARAVILLAS DEL ÉXODO.
Cuando Israel salió de Egipto,
los hijos de Jacob de un pueblo balbuciente,
Judá fue su santuario,
Israel fue su dominio.
El mar, al verlos, huyó,
el Jordán se echó atrás;
los montes saltaron como carneros;
las colinas, como corderos.
¿Qué te pasa, mar, que huyes,
y a ti, Jordán, que te echas atrás?
¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros;
colinas, que saltáis como corderos?
En presencia del Señor se estremece la tierra,
en presencia del Dios de Jacob;
que transforma las peñas en estanques,
el pedernal en manantiales de agua.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. En presencia del Señor se estremece la tierra. Aleluya.
Ant 3. Reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo. Aleluya.
Cántico: LAS BODAS DEL CORDERO - Cf. Ap 19,1-2, 5-7
El cántico siguiente se dice con todos los Aleluya intercalados
cuando el oficio es cantado. Cuando el Oficio se dice sin canto es suficiente
decir el Aleluya sólo al principio y al final de cada estrofa.
Aleluya.
La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios
(R. Aleluya)
porque sus juicios son verdaderos y justos.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Alabad al Señor sus siervos todos.
(R. Aleluya)
Los que le teméis, pequeños y grandes.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo.
(R. Aleluya)
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Llegó la boda del cordero.
(R. Aleluya)
Su esposa se ha embellecido.
R. Aleluya, (aleluya).
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo. Aleluya.
LECTURA BREVE 2Co 1, 3-4
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y
Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder
nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con
que nosotros somos consolados por Dios.
RESPONSORIO BREVE
V. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
R. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
V. Digno de gloria y alabanza por los siglos.
R. En la bóveda del cielo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El reino de los cielos es una perla fina: el que la encuentra
vende todo lo que tiene y la compra.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El reino de los cielos es una perla fina: el que la encuentra
vende todo lo que tiene y la compra.
PRECES
Adoremos a Cristo, Señor nuestro y cabeza de la Iglesia, y
digámosle confiadamente:
Venga a nosotros tu reino, Señor.
Señor, amigo de los hombres, haz de tu Iglesia instrumento de concordia y
unidad entre ellos
y signo de salvación para todos los pueblos.
Protege con tu brazo poderoso al Papa y a todos los obispos
y concédeles trabajar en unidad, amor y paz.
A los cristianos concédenos vivir íntimamente unidos a ti, nuestro Maestro,
y dar testimonio en nuestras vidas de la llegada de tu reino.
Concede, Señor, al mundo el don de la paz
y haz que en todos los pueblos reine la justicia y el bienestar.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Otorga, a los que han muerto, una resurrección gloriosa
y haz que los que aún vivimos en este mundo gocemos un día con ellos de la
felicidad eterna.
Terminemos nuestra oración con las palabras del Señor:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte
ni santo; aumenta los signos de tu misericordia sobre nosotros, para que, bajo
tu dirección, de tal modo nos sirvamos de las cosas pasajeras que por ellas
alcancemos con mayor plenitud las eternas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL DOMINGO 17 DE OCTUBRE 2021
*Lecturas del Domingo 29º del Tiempo Ordinario
- Ciclo B*
Domingo, 17 de octubre de 2021
Primera
lectura
Lectura del
libro de Isaías (53,10-11):
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida
como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor
quiere prosperará por su mano. Por los trabajos de su alma verá la luz, el
justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó
con los crímenes de ellos.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
32,4-5.18-19.20 y 22
R/. Que tu
misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti
Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R/.
Segunda
lectura
Lectura de
la carta a los Hebreos (4,14-16):
Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un no sacerdote grande, que
ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz
de compadecerse nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo
exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con
seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia
que nos auxilie oportunamente.
Palabra de Dios
*Lecturas
del Domingo 29º del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
Domingo, 17 de octubre de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (10,35-45)*
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y
le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.»
Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?»
Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu
izquierda.»
Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo
he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?»
Contestaron: «Lo somos.»
Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con
el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi
izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.» Los otros diez, al
oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes
de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de
eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser
primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que
le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»
Palabra del Señor
《No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo
he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?》
*Está lectura me llena de esperanza, porque la carne
de éstos dos hermanos y discípulos del Señor, es la misma que tengo. El Señor
me habla de la humillación, de sufrimiento y dar la vida. El Señor me habla de
dar la vida, me dice que si quiero ser cristiano, me espera la humillación, la
persecución, los insultos y morir. Tengo
la esperanza, de llegar hacer un auténtico cristiano; pero ahora tengo que
entrar en mi realidad concreta y poner los pies sobre la tierra, porque si no
acepto la corrección y no uso la oración como mi gran amiga, no tendré las fuerzas
necesaria para entrar, en el sufrimiento, en servir al otro, en aceptarlo como
es, sin querer cambiarlo con mis fuerzas y mucho menos de dar la vida por,
aquel que no es de mi agrado*
*El que desea y
quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
viernes, 15 de octubre de 2021
EVANGELIO DE LUCAS 12,8-12 CICLO B
*Lecturas del Sábado de la 28ª semana del
Tiempo Ordinario*
Sábado, 16 de octubre de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (12,8-12)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si uno se pone de mi parte ante
los hombres, también el Hijo del hombre se pondrá de su parte ante los ángeles
de Dios. Y si uno me reniega ante los hombres, lo renegarán a él ante los
ángeles de Dios. Al que hable contra el Hijo del hombre se le podrá perdonar,
pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando os
conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no os
preocupéis de lo que vais a decir, o de cómo os vais a defender. Porque el Espíritu
Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir.»
Palabra del Señor
(Si uno se pone de
mi parte ante los hombres, también el Hijo del hombre se pondrá de su parte
ante los ángeles de Dios)
*El Señor de una manera especial me hace una
invitación a pertenecer al grupo que está dispuesto a bien hablar de él.
Ponerme de parte del Señor, en esta vida, es saber que tengo que estar
dispuesto a no cansarme de hacer el bien. Estar de parte del Señor, implica que
tengo que estar dispuesto a excusar a todas las persona a un en medio de algún
acontecimiento fuerte de mi vida. Estar departe del Señor, es estar dispuesto a
que el Señor, rompas mis cadenas, desate mis ataduras y cure mis heridas. Estar
departe del Señor es pedirle al Señor que me derrote y que gane él, porque es
perdiendo como puedo ganar. Estar departe del Señor, es estar dispuesto a
imitarlo en todo*.
*El que desea y
quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL SABADO 16. SANTA EDUVIGES, VIUDA
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*Santa Eduviges, Viuda*
16 de Octubre
SABADO SEMANA IV
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Escuchemos la voz del Señor y entremos en su descanso.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: DADOR DE LUZ ESPLÉNDIDO
Dador de luz espléndido,
A cuya luz serena,
Pasada ya la noche,
El día se despliega.
Mensajero de luz
que de luz centellea,
no es del alba el lucero:
eres tú, Luz de veras,
más brillante que el sol,
todo luz y pureza;
enciende nuestro pecho,
alumbra el alma nuestra.
Ven, Autor de la vida,
prez de la luz paterna,
sin cuya gracia el cuerpo
se sobresalta y tiembla.
A Cristo, rey piadoso,
y al Padre gloria eterna,
y por todos los siglos
al Espíritu sea. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Es bueno tocar para tu nombre, oh altísimo, y proclamar por la
mañana tu misericordia.
Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA
VIDA DE LOS HOMBRES.
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Es bueno tocar para tu nombre, oh altísimo, y proclamar por la
mañana tu misericordia.
Ant 2. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.
Cántico: DIOS RENOVARÁ A SU PUEBLO - Ez 36, 24-28
Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países,
y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu,
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.
Ant 3. De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.
Salmo 8 MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.
LECTURA BREVE 2 Pe 3, 13-15a
Nosotros conforme a la promesa del Señor esperamos cielos nuevos y tierra
nueva, en los que tiene su morada la santidad. Por eso, carísimos, mientras
esperáis estos acontecimientos, procurad con toda diligencia que él os
encuentre en paz, sin mancha e irreprensibles. Considerad esta paciente espera
de nuestro Señor como una oportunidad para alcanzar la salud.
RESPONSORIO BREVE
V. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
V. Mi lengua recitará tu auxilio.
R. Cuando salmodie para ti.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
Primera Lectura
Del libro
del profeta Jeremías 9, 2-12. 17-22
DIOS
REPRUEBA LAS MALDADES DEL PUEBLO. LAMENTACIÓN
Esto dice el Señor:
Quién me diera posada en el desierto para abandonar a mi pueblo y alejarme de
él; pues todos son adúlteros, una caterva de bandidos. Tensan las lenguas como
arcos, dominan el país con la mentira y no con la verdad; avanzan de maldad en
maldad, y a mí no me reconocen -oráculo del Señor-. Guárdese cada uno del
prójimo no os fiéis del hermano, porque el hermano pone zancadillas y el prójimo
anda calumniando; se estafan unos a otros y nadie dice la verdad; entrenan sus
lenguas en la mentira, están pervertidos, incapaces de convertirse: fraude
sobre fraude, engaño sobre engaño, y rechazan mi conocimiento -oráculo del
Señor-.»
Por eso, así dice el Señor de los ejércitos: «Yo mismo los fundiré y probaré,
si no, ¿qué hacer con la Hija de mi pueblo? Su lengua es una flecha afilada,
dice mentiras su boca; saludan deseando paz al prójimo, y por dentro le traman
asechanzas. Y de esto ¿no os pediré cuentas? -oráculo del Señor-; de un pueblo
semejante ¿no he de vengarme yo mismo? Sobre los montes alzaré llanto y gemido,
en las dehesas una elegía: Están requemadas las dehesas, nadie transita, no se oye
mugir el rebaño; pájaros y bestias huyeron, marcharon. Convertiré a Jerusalén
en escombros, en guarida de chacales; arrasaré las ciudades de Judá hasta dejar
sin habitantes.»
¿Quién es el sabio que lo entienda? ¿A quién le habló el Señor?, que lo
explique: ¿Por qué perece la tierra, se quema como desierto sin caminantes?
Llamad, vengan plañideras, enviad por mujeres expertas; que vengan aprisa y
entonen el canto fúnebre sobre nosotros para que se deshagan en lágrimas
nuestros ojos, nuestros párpados destilenagua.
Se escucha la elegía desde Sión «¡Ay! Estamos deshechos, qué terrible
vergüenza.
Tuvimos que abandonar el país, nos echaron de nuestros hogares
Escuchad, mujeres, la palabra del Señor, vuestros oídos reciban la palabra de
su boca: ensayad a vuestras hijas un canto fúnebre, cada una a su vecina, una
lamentación: Subió la muerte por nuestras ventanas, entró en nuestros palacios,
arrebatando en la calle a los muchachos, a los jóvenes en las plazas.» El Señor
dice su oráculo: «Yacen cadáveres humanos como estiércol en el campo, como
gavillas detrás del segador, que nadie recoge.»
Responsorio Jr 9, 19; Lm 5, l; 3, 22
R. Se escucha la
elegía desde Sión Estamos deshechos, qué terrible vergüenza. *¡Acuérdate,
Señor, de lo que nos ha sobrevenido, mira y ve nuestro oprobio!
V. El amor del Señor no se ha acabado ni se ha agotado su ternura.
R. ¡Acuérdate, Señor, de lo que nos ha sobrevenido, mira y ve nuestro oprobio!
Segunda Lectura
De la
Constitución pastoral Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, del
Concilio Vaticano segundo
(Núms. 40. 45)
YO SOY EL
ALFA Y LA OMEGA, EL PRIMERO Y EL ÚLTIMO
La compenetración de
la ciudad terrestre con la ciudad celeste sólo es perceptible por la fe: más
aún, es el misterio permanente de la historia humana, que, hasta el día de
laplena revelación de la gloria de los hijos de Dios, seguirá perturbada por el
pecado.
La Iglesia, persiguiendo la finalidad salvífica que es propia de ella, no sólo
comunica al hombre la participación en la vida divina, sino que también difunde,
de alguna manera, sobre el mundo entero la luz que irradia esta vida divina,
principalmente sanando y elevando la dignidad de la persona humana, afianzando
la cohesión de la sociedad y procurando a la actividad cotidiana del hombre un
sentido más profundo, al impregnarla de una significación más elevada. Así la
Iglesia, por cada uno de sus miembros y por toda su comunidad, cree poder
contribuir ampliamente a humanizar cada vez más la familia humana y toda su
historia.
Tanto si ayuda al mundo como si recibe ayuda de él, la Iglesia no tiene más que
una sola finalidad: que venga el reino de Dios y que se establezca la salvación
de todo el género humano. Por otra parte, todo el bien que el pueblo de Dios,
durante su peregrinación terrena, puede procurar a la familia humana procede
del hecho de que la Iglesia es el sacramento universal de la salvación, manifestando
y actualizando, al mismo tiempo, el misterio del amor de Dios hacia el hombre.
Pues el Verbo de Dios, por quien todo fue hecho, se encarnó, a fin de salvar,
siendo él mismo hombre perfecto, a todos los hombres y para hacer que todas las
cosas tuviesen a él por cabeza. El Señor es el término de la historia humana,
el punto hacia el cual convergen los deseos de la historia y de la
civilización, el centro del género humano, elgozo de todos los corazones y la
plena satisfacción de todos sus deseos. Él es aquel a quien el Padre resucitó
de entre los muertos, ensalzó e hizo sentar a su derecha, constituyéndolo juez
de los vivos y de los muertos. Vivificados y congregados en su Espíritu,
peregrinamos hacia la consumación de la historia humana, que corresponde plenamente
a su designio de amor: Recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de
latierra.
El mismo Señor ha dicho: Mira, llego en seguida y traigo conmigo mi salario,
para pagar a cada uno su propio trabajo. Yo soy el alfa y la omega, el primero
y el último, el principio y el fin.
Responsorio Hch 10, 36; 4, 12; 10, 42
R. Dios envió su
palabra, anunciando la paz que traería Jesucristo; * Jesús es el Señor de todos
y en ningún otro se encuentra la salud.
V. Él ha sido constituido por Dios juez de vivos y muertos.
R. Jesús es el Señor de todos y en ningún otro se encuentra la salud.
*Lecturas de Santa Teresa de Jesús*
Viernes, 15 de octubre de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (11,25-30)*
En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y
tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has
revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo
ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce
al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí
todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo
y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro
descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.
PRECES
Adoremos a Dios, que por su Hijo ha dado vida y esperanza al
mundo, y supliquémosle diciendo:
Escúchanos, Señor.
Señor, Padre de todos, tú que nos has hecho llegar al comienzo de este día,
haz que toda nuestra vida unida a la de Cristo sea alabanza de tu gloria.
Que vivamos siempre arraigados en la fe, esperanza y caridad,
que tú mismo has infundido en nuestras almas.
Haz que nuestros ojos estén siempre levantados hacia ti,
para que respondamos con presteza a tus llamadas.
Defiéndenos de los engaños y seducciones del mal,
y presérvanos de todo pecado.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Contentos por sabernos hijos de Dios, digamos a nuestro padre:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, luz esplendente y día sin ocaso, al
volver a comenzar un nuevo día te pedimos que nos visites con el esplendor de
tu luz y disipes así las tinieblas de nuestros pecados. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
*Santa Eduviges, Viuda*
16 de Octubre
A los doce años de edad Eduviges contrajo matrimonio con el duque
Enrique de Silesia, quien sólo tenía 18. Tuvieron 7 hijos pero sólo una,
Gertrudis sobrevivió a su madre y llegó a ser abadesa de Trebnitz. El marido de
Eduviges fundó el gran monasterio de religiosas cistercienses de Trebnitz.
Ambos fundaron además, otros muchos monasterios, con lo cual no sólo propagaron la vida religiosa, sino también la cultura
germánica. Entre los monasterios fundados por los duques, los había de cistercienses,
de canónigos de San Agustín, de dominicos y de franciscanos.
Enrique fundó el hospital de la Santa Cruz en Beslau y Santa
Eduviges, un hospital para leprosas en Neumarkt. Cuando el esposo de la santa
falleció, ésta tomó el hábito religioso de Trebnitz, pero no hizo los votos
para poder seguir administrando sus bienes a favor de los pobres. Dios premió
la fe de Santa Eduviges con el don de milagros y de profecías. Murió en octubre
de 1243 y fue sepultada en Trebnitz. Su canonización se llevó a cabo en 1267.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: LOS PUEBLOS QUE MARCHAN Y LUCHAN
Los pueblos que marchan y luchan
con firme tesón
aclamen al Dios de la vida.
Cantemos hosanna que viene el Señor.
Agiten laureles y olivos,
es Pascua de Dios,
mayores y niños repitan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»
Jesús victorioso y presente
ofrece su don
a todos los justos del mundo.
Cantemos hosanna que viene el Señor.
Resuenen en todo camino
de paz y de amor
alegres canciones que digan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»
Que Dios, Padre nuestro amoroso,
el Hijo y su Don
a todos protejan y acojan.
Cantemos hosanna que viene el Señor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.
Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO
Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.
Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.
Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.
Ant 2. Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.
Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.
Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.
A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»
Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.
Ant 3. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por los
siglos de los siglos.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2,
6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por
los siglos de los siglos.
LECTURA BREVE Rm 11, 33-36
¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! ¡Qué insondables son
sus juicios y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás la mente
del Señor? ¿Quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él
le devuelva? Él es origen, camino y término de todo. A él la gloria por los
siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE
V. Cuántas son tus obras, Señor.
R. Cuántas son tus obras, Señor.
V. Y todas las hiciste con sabiduría.
R. Tus obras, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cuántas son tus obras, Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. «Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más
altos que los vuestros», dice el Señor.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. «Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más
altos que los vuestros», dice el Señor.
PRECES
Glorifiquemos a Dios, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y
supliquémosle diciendo:
Escucha a tu pueblo, Señor.
Padre todopoderoso, haz que abunde en la tierra la justicia
y que tu pueblo se alegre en la paz.
Que todos los pueblos entren a formar parte de tu reino
y que el pueblo judío sea salvado.
Que los esposos cumplan tu voluntad, vivan en concordia
y que sean siempre fieles a su mutuo amor.
Recompensa, Señor, a nuestros bienhechores
y concédeles la vida eterna.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acoge con amor a los que han muerto víctimas del odio, de la violencia o de la
guerra
y dales el descanso eterno.
Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que Cristo nos
enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de
la ley; concédenos cumplir tus mandamientos y llegar así a la vida eterna. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.