Musica Para el Alma
viernes, 30 de agosto de 2024
MATEO 25,14-30 CICLO B
*Lecturas del Sábado de la XXI
Semana del Tiempo Ordinario*.
31 Agosto 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (25,14-30)*
En aquel
tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre que se iba al
extranjero llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le
dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su
capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue enseguida a
negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó
otros dos. En cambio, el que recibió uno, hizo un hoyo en la tierra y escondió
el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos
empleados y se puso a ajustar cuentas con ellos. Se acercó el que había
recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: «Señor, cinco
talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.» Su señor le dijo: «Muy bien.
Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo
importante; pasa al banquete de tu señor.» Se acercó luego el que había
recibido dos talentos y dijo: «Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado
otros dos.» Su señor le dijo: «Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor;
como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de
tu señor.» Finalmente se acercó el que había recibido un talento y dijo:
«Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde
no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo
tuyo.» El señor le respondió: «Eres un empleado negligente y holgazán; ¿con que
sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber
puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío
con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque el
que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo
que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas, allí será el
llanto y el rechinar de dientes.»»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
("Muy
bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré
un cargo importante; pasa al banquete de tu señor)
*El Señor, lo que busca en mí, es que sea fiel, que
sea prudente, que sea servicial y cumplidor. El Señor, no me obliga a estar con
él, pero si decido entregar mi vida a él; dos cosas importante siembre tienen
que estar en mí: la fidelidad y la responsabilidad. Si soy fiel a mí Señor, la
mentira tengo que apartarla de mi vida, tampoco debo permitir libertad a
pensamientos que me destruyen interiormente y que son pensamientos que no le
agradan al Señor, mi trabajo seria pensar y actuar como lo aria él. Al Señor le
gustaría que haga las cosas. La buena noticia para mí, es que el Señor, me
entrega algo para que lo cuide y lo proteja en su nombre, él sabe que tengo la
capacidad, el confía en mí, a mí también me toca confiar y sé que lo puedo
hacer bien, para gloria de mi Dios y Señor*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL SABADO 31
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*TIEMPO ORDINARIO*
SÁBADO
DE LA SEMANA XXI
De la Feria.
Salterio I
*LAUDES*
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Del Señor es la tierra y cuanto la
llena; venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Del Señor es la tierra y cuanto la
llena; venid, adorémosle.
Himno: EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu,
salimos de la noche y estrenamos la aurora;
saludamos el gozo de la luz que nos llega
resucitada y resucitadora.
Tu mano acerca el fuego a la tierra sombría,
y el rostro de las cosas se alegra en tu presencia;
silabeas el alba igual que una palabra,
tú pronuncias el mar como sentencia.
Regresa, desde el sueño, el hombre a su memoria,
acude a su trabajo, madruga a sus dolores;
le confías la tierra, y a la tarde la encuentras
rica de pan y amarga de sudores.
Y tú te regocijas, oh Dios, y tú prolongas
en sus pequeñas manos tus manos poderosas,
y estáis de cuerpo entero los dos así creando,
los dos así velando por las cosas.
¡Bendita la mañana que trae la noticia
de tu presencia joven, en gloria y poderío,
la serena certeza con que el día proclama
que el sepulcro de Cristo está vacío! Amén.
SALMODIA
Ant 1. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
Salmo 118, 145-152 TE INVOCO DE TODO CORAZÓN
Te invoco de todo corazón;
respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;
a ti grito: sálvame,
y cumpliré tus decretos;
me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
esperando tus palabras.
Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche,
meditando tu promesa;
escucha mi voz por tu misericordia,
con tus mandamientos dame vida;
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad.
Tú, Señor, estás cerca,
y todos tus mandatos son estables;
hace tiempo comprendí que tus preceptos
los fundaste para siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Me adelanto a la aurora pidiendo
auxilio.
Ant 2. Mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Cántico: HIMNO A DIOS, DESPUÉS DE LA VICTORIA DEL MAR ROJO Ex 15,
1-4. 8-13. 17-18
Cantaré al Señor, sublime es su victoria,
caballos y carros ha arrojado en el mar.
Mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Él es mi Dios: yo lo alabaré;
el Dios de mis padres: yo lo ensalzaré.
El Señor es un guerrero,
su nombre es «El Señor».
Los carros del faraón los lanzó al mar,
ahogó en el mar rojo a sus mejores capitanes.
Al soplo de tu ira se amontonaron las aguas,
las corrientes se alzaron como un dique,
las olas se cuajaron en el mar.
Decía el enemigo: «Los perseguiré y alcanzaré,
repartiré el botín, se saciará mi codicia,
empuñaré la espada, los agarrará mi mano.»
Pero sopló tu aliento y los cubrió el mar,
se hundieron como plomo en las aguas formidables.
¿Quién como tú, Señor, entre los dioses?
¿Quién como tú, terrible entre los santos,
temibles por tus proezas, autor de maravillas?
Extendiste tu diestra: se los tragó la tierra;
guiaste con misericordia a tu pueblo rescatado,
los llevaste con tu poder hasta tu santa morada.
Lo introduces y lo plantas en el monte de tu heredad,
lugar del que hiciste tu trono, Señor;
santuario, Señor, que fundaron tus manos.
El Señor reina por siempre jamás.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Ant 3. Alabad al Señor, todas las
naciones.
Salmo 116 - INVITACIÓN UNIVERSAL A LA ALABANZA DIVINA.
Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos:
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alabad al Señor, todas las
naciones.
LECTURA BREVE 2Pe 1, 10-11
Hermanos, poned más empeño todavía en consolidar vuestra vocación y elección.
Si hacéis así, nunca jamás tropezaréis; de este modo se os concederá
generosamente la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y salvador
Jesucristo.
RESPONSORIO BREVE
V. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
V. Mi heredad en el país de la vida.
R. Tú eres mi refugio.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
V. Venid
a ver las obras del Señor.
R. Las maravillas que hace en la tierra.
PRIMERA LECTURA
De la primera carta a Timoteo 4, 1—5, 2
LOS FALSOS DOCTORES
Hermano: El Espíritu dice claramente que algunos
en los últimos tiempos desertarán de la fe, dando oídos a engaños,
inspiraciones y enseñanzas propias de demonios, seducidos por embaucadores
hipócritas, cuya conciencia estará marcada a fuego por la infamia; éstos
proscriben el matrimonio y el uso de alimentos, que han sido creados por Dios
para que disfruten de ellos con acción de gracias los fieles y los conocedores
de la verdad. Todo lo que Dios ha creado es bueno; y no hay alimento que merezca
repulsa, si se toma dando gracias a Dios. Todo queda santificado por la palabra
de Dios y por nuestra oración. Si propones estas cosas a los hermanos y te vas
nutriendo cada día con los principios de la fe y de la buena doctrina que has
seguido con toda fidelidad serás un excelente servidor de Cristo Jesús.
Rechaza, en cambio, las leyendas supersticiosas y propias de viejas. Ejercítate
en la piedad. Los ejercicios corporales reportan beneficios escasos, pero la
piedad es provechosa para todo y tiene la promesa de la vida, tanto presente
como futura. He aquí una afirmación veraz y digna de universal adhesión:
Nuestros trabajos y nuestras luchas están impulsados por nuestra esperanza en
el Dios vivo, que es el salvador de todos los hombres y en particular de los
fieles. Esto has de enseñar e inculcar.
Que nadie te desprecie por tu juventud. Sé modelo para los fieles en las
palabras y en el trato, en la caridad, en la fe y en la pureza de vida. En
tanto que llego, aplícate a la lectura, a la predicación, a la enseñanza. No
descuides el don que posees, que te fue dado por una intervención profética con
la imposición de las manos del colegio de presbíteros. Pon interés en estas
cosas, ocúpate de ellas, de modo que tus progresos sean manifiestos a todos. Vigílate
a ti mismo y a tu enseñanza; sé constante en ello; obrando así, te salvarás a
ti mismo y a los que te escuchan.
Al anciano no lo reprendas con dureza, sino exhórtale como a un padre; a los
jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a madres; a las jóvenes, como a
hermanas, con toda pureza.
RESPONSORIO 1Tm 4, 8. 10; 2Co 4,
9
R. La piedad
es provechosa para todo y tiene la promesa de la vida; * nuestros
trabajos y nuestras luchas están impulsados por nuestra esperanza en el Dios
vivo.
V. Somos acosados, mas no aniquilados; derribados,
pero no perdidos.
R. Nuestros trabajos y nuestras luchas están
impulsados por nuestra esperanza en el Dios vivo.
SEGUNDA LECTURA
De las Homilías de san Juan Crisóstomo, obispo,
sobre el evangelio de san Mateo
(Homilía 50, 3-4: PG 58, 508-509)
AL ADORNAR EL TEMPLO, NO DESPRECIES AL HERMANO
NECESITADO
¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo? No lo
desprecies, pues, cuando lo contemples desnudo en los pobres, ni lo honres
aquí, en el templo, con lienzos de seda, si al salir lo abandonas en su frío y
desnudez. Porque el mismo que dijo: Esto es mi cuerpo, y con su palabra llevó a
realidad lo que decía, afirmó también: Tuve hambre y no me disteis de comer, y
más adelante: Siempre que dejasteis de hacerlo a uno de estos pequeñuelos, a mí
en persona lo dejasteis de hacer. El templo no necesita vestidos y lienzos,
sino pureza de alma; los pobres, en cambio, necesitan que con sumo cuidado nos
preocupemos de ellos.
Reflexionemos, pues, y honremos a Cristo con aquel mismo honor con que él desea
ser honrado; pues, cuando se quiere honrar a alguien, debemos pensar en el
honor que a él le agrada, no en el que a nosotros nos place. También Pedro
pretendió honrar al Señor cuando no quería dejarse lavar los pies, pero lo que
él quería impedir no era el honor que el Señor deseaba, sino todo lo contrario.
Así tú debes tributar al Señor el honor que él mismo te indicó, distribuyendo
tus riquezas a los pobres. Pues Dios no tiene ciertamente necesidad de vasos de
oro, pero sí, en cambio, desea almas semejantes al oro.
No digo esto con objeto de prohibir la entrega de dones preciosos para los
templos, pero sí que quiero afirmar que, junto con estos dones y aun por encima
de ellos, debe pensarse en la caridad para con los pobres. Porque si Dios
acepta los dones para su templo, le agradan, con todo, mucho más las ofrendas
que se dan a los pobres. En efecto, de la ofrenda hecha al templo sólo saca
provecho quien la hizo; en cambio, de la limosna saca provecho tanto quien la
hace como quien la recibe. El don dado para el templo puede ser motivo de
vanagloria, la limosna, en cambio, sólo es signo de amor y de caridad.
¿De qué serviría adornar la mesa de Cristo con vasos de oro, si el mismo Cristo
muere de hambre? Da primero de comer al hambriento y luego, con lo que te
sobre, adornarás la mesa de Cristo. ¿Quieres hacer ofrenda de vasos de oro y no
eres capaz de dar un vaso de agua? Y, ¿de qué serviría recubrir el altar con
lienzos bordados de oro, cuando niegas al mismo Señor el vestido necesario para
cubrir su desnudez? ¿Qué ganas con ello? Dime si no: Si ves a un hambriento
falto del alimento indispensable y, sin preocuparte de su hambre, lo llevas a
contemplar una mesa adornada con vajilla de oro, ¿te dará las gracias de ello?
¿No se indignará más bien contigo? O si, viéndolo vestido de andrajos y muerto
de frío, sin acordarte de su desnudez, levantas en su honor monumentos de oro,
afirmando que con esto pretendes honrarlo, ¿no pensará él que quieres burlarte
de su indigencia con la más sarcástica de tus ironías?
Piensa, pues, que es esto lo que haces con Cristo, cuando lo contemplas
errante, peregrino y sin techo y, sin recibirlo, te dedicas a adornar el
pavimento, las paredes y las columnas del templo. Con cadenas de plata sujetas
lámparas, y te niegas a visitarlo cuando él está encadenado en la cárcel. Con
esto que estoy diciendo, no pretendo prohibir el uso de tales adornos, pero sí
que quiero afirmar que es del todo necesario hacer lo uno sin descuidar lo
otro; es más: os exhorto a que sintáis mayor preocupación por el hermano
necesitado que por el adorno del templo. Nadie, en efecto, resultará condenado
por omitir esto segundo, en cambio, los castigos del infierno, el fuego
inextinguible y la compañía de los demonios están destinados para quienes
descuiden lo primero. Por tanto, al adornar el templo, procurad no despreciar
al hermano necesitado, porque este templo es mucho más precioso que aquel otro.
RESPONSORIO Mt 25, 35. 40; Pr
19, 17
R. Tuve hambre
y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me
hospedasteis. * Os aseguro que cada vez que
lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.
V. Quien se apiada del pobre presta al Señor.
R. Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con
uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.
*Lecturas del Sábado de la XXI
Semana del Tiempo Ordinario*.
31 Agosto 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (25,14-30)*
En aquel
tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre que se iba al
extranjero llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le
dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su
capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue enseguida a
negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó
otros dos. En cambio, el que recibió uno, hizo un hoyo en la tierra y escondió
el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos
empleados y se puso a ajustar cuentas con ellos. Se acercó el que había
recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: «Señor, cinco
talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.» Su señor le dijo: «Muy bien.
Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo
importante; pasa al banquete de tu señor.» Se acercó luego el que había
recibido dos talentos y dijo: «Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado
otros dos.» Su señor le dijo: «Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor;
como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de
tu señor.» Finalmente se acercó el que había recibido un talento y dijo:
«Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde
no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo
tuyo.» El señor le respondió: «Eres un empleado negligente y holgazán; ¿con que
sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber
puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío
con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque el
que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo
que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas, allí será el
llanto y el rechinar de dientes.»»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Ilumina, Señor, a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ilumina, Señor, a los que viven en
tiniebla y en sombra de muerte.
PRECES
Bendigamos a Cristo que para ser ante Dios el pontífice
misericordioso y fiel de los hombres se hizo en todo semejante a nosotros, y
supliquémosle diciendo:
Muéstranos, Señor, los tesoros de tu amor.
Señor, sol de justicia, que nos iluminaste en el bautismo,
te consagramos este nuevo día.
Que sepamos bendecirte en cada uno de los momentos de nuestra jornada
y glorifiquemos tu nombre con cada una de nuestras acciones.
Tú que tuviste por madre a María, siempre dócil a tu palabra,
encamina hoy nuestros pasos para que obremos también como ella según tu
voluntad.
Haz que mientras vivimos aún en este mundo que pasa anhelemos la vida eterna
y por la fe, la esperanza y el amor vivamos ya contigo en tu reino.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Con la misma confianza que tienen los hijos con su padre, acudamos nosotros a
nuestro Dios, diciéndole:
Padre nuestro...
ORACION
Te pedimos, Señor, que la claridad de la resurrección de tu Hijo
ilumine las dificultades de nuestra vida; que no temamos ante la oscuridad de
la muerte y podamos llegar un día a la luz que no tiene fin. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: ¿QUIÉN ES ÉSTE QUE VIENE?
¿Quién es éste que viene,
recién atardecido,
cubierto por su sangre
como varón que pisa los racimos?
Éste es Cristo, el Señor,
que venció nuestra muerte
con su resurrección.
¿Quién es este que vuelve,
glorioso y malherido,
y, a precio de su muerte,
compra la paz y libra a los cautivos?
Éste es Cristo, el Señor,
que venció nuestra muerte
con su resurrección.
Se durmió con los muertos,
y reina entre los vivos;
no le venció la fosa,
porque el Señor sostuvo a su elegido.
Este es Cristo, el Señor,
que venció nuestra muerte
con su resurrección.
Anunciad a los pueblos
qué habéis visto y oído;
aclamad al que viene
como la paz, bajo un clamor de olivos.
Este es Cristo, el Señor,
que venció nuestra muerte
con su resurrección. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. Aleluya.
Salmo 118, 105-112 - HIMNO A LA LEY DIVINA
Lámpara es tu palabra para mis pasos,
luz en mi sendero;
lo juro y lo cumpliré:
guardaré tus justos mandamientos;
¡estoy tan afligido!
Señor, dame vida según tu promesa.
Acepta, Señor, los votos que pronuncio,
enséñame tus mandatos;
mi vida está siempre en peligro,
pero no olvido tu voluntad;
los malvados me tendieron un lazo,
pero no me desvié de tus decretos.
Tus preceptos son mi herencia perpetua,
la alegría de mi corazón;
inclino mi corazón a cumplir tus leyes,
siempre y cabalmente.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Lámpara es tu palabra para mis
pasos, luz en mi sendero. Aleluya.
Ant 2. Me saciarás de gozo en tu
presencia, Señor. Aleluya.
Salmo 15 - CRISTO Y SUS MIEMBROS ESPERAN LA
RESURRECCIÓN.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
Los dioses y señores de la tierra
no me satisfacen.
Multiplican las estatuas
de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.
El Señor es mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano:
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Me saciarás de gozo en tu
presencia, Señor. Aleluya.
Ant 3. Al nombre de Jesús toda rodilla se
doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO
PASCUAL - Flp 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al nombre de Jesús toda rodilla se
doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
LECTURA BREVE Col 1, 3-6a
Damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor
Jesucristo, en todo momento, rezando por vosotros, al oír hablar de vuestra fe
en Jesucristo y del amor que tenéis a todos los santos, por la esperanza que os
está reservada en los cielos, sobre la cual oísteis hablar por la palabra
verdadera de la Buena Noticia, que se os hizo presente, y está dando fruto y
prosperando en todo el mundo igual que entre vosotros.
RESPONSORIO BREVE
V. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del
Señor.
R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado
sea el nombre del Señor.
V. Su gloria se eleva sobre los cielos.
R. Alabado sea el nombre del Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado
sea el nombre del Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Cumplid los preceptos del Señor, porque ellos son vuestra
sabiduría y vuestra prudencia a los ojos de los pueblos.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Cumplid los preceptos del Señor,
porque ellos son vuestra sabiduría y vuestra prudencia a los ojos de los
pueblos.
PRECES
Demos gracias al Señor que ayuda y protege al pueblo que se ha
escogido como heredad, y recordando su amor para con nosotros supliquémosle
diciendo:
Escúchanos, Señor, que confiamos en ti.
Padre lleno de amor, te pedimos por el papa Francisco y por nuestro
obispo N.;
protégelos con tu fuerza y santifícalos con tu gracia.
Que los enfermos vean en sus dolores una participación de la pasión de tu Hijo,
para que así tengan también parte en su consuelo.
Mira con piedad a los que no tienen techo donde cobijarse
y haz que encuentren pronto el hogar que desean.
Dígnate dar y conservar los frutos de la tierra
para que a nadie falte el pan de cada día.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Señor, ten piedad de los difuntos
y ábreles la puerta de tu mansión eterna.
Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que Cristo nos
enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios todopoderoso, de quien procede todo don perfecto, infunde
en nuestros corazones el amor de tu nombre, para que, haciendo más religiosa
nuestra vida, aumentes el bien en nosotros y con solicitud amorosa lo
conserves. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL SABADO 31 DE AGOSTO 2024
*Lecturas del Sábado de la XXI
Semana del Tiempo Ordinario*.
31 Agosto 2024
Primera Lectura
Lectura
de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,26-31):
Fijaos
en vuestra asamblea, no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos
poderosos, ni muchos aristócratas; todo lo contrario, lo necio del mundo lo ha
escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido
Dios para humillar el poder. Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo
despreciable, lo que no cuenta para anular a lo que cuenta, de modo que nadie
pueda gloriarse en presencia del Señor. Por él vosotros sois en Cristo Jesús,
en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia,
santificación y redención. Y así –como dice la Escritura– «el que se gloríe,
que se gloríe en el Señor.»
Palabra
de Dios
Salmo
Sal
32
R/. Dichoso el pueblo que el Señor
se escogió como heredad
Dichosa
la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo,
se fija en todos los hombres. R/.
Los ojos
del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.
Nosotros
aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos. R/.
*Lecturas del Sábado de la XXI
Semana del Tiempo Ordinario*.
31 Agosto 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (25,14-30)*
En aquel
tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre que se iba al
extranjero llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le
dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su
capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue enseguida a
negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó
otros dos. En cambio, el que recibió uno, hizo un hoyo en la tierra y escondió
el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos
empleados y se puso a ajustar cuentas con ellos. Se acercó el que había
recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: «Señor, cinco
talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.» Su señor le dijo: «Muy bien.
Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo
importante; pasa al banquete de tu señor.» Se acercó luego el que había
recibido dos talentos y dijo: «Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado
otros dos.» Su señor le dijo: «Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor;
como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de
tu señor.» Finalmente se acercó el que había recibido un talento y dijo:
«Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde
no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo
tuyo.» El señor le respondió: «Eres un empleado negligente y holgazán; ¿con que
sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber
puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío
con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque el
que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo
que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas, allí será el
llanto y el rechinar de dientes.»»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
("Muy
bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré
un cargo importante; pasa al banquete de tu señor)
*El Señor, lo que busca en mí, es que sea fiel, que
sea prudente, que sea servicial y cumplidor. El Señor, no me obliga a estar con
él, pero si decido entregar mi vida a él; dos cosas importante siembre tienen
que estar en mí: la fidelidad y la responsabilidad. Si soy fiel a mí Señor, la
mentira tengo que apartarla de mi vida, tampoco debo permitir libertad a
pensamientos que me destruyen interiormente y que son pensamientos que no le
agradan al Señor, mi trabajo seria pensar y actuar como lo aria él. Al Señor le
gustaría que haga las cosas. La buena noticia para mí, es que el Señor, me
entrega algo para que lo cuide y lo proteja en su nombre, él sabe que tengo la
capacidad, el confía en mí, a mí también me toca confiar y sé que lo puedo
hacer bien, para gloria de mi Dios y Señor*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
jueves, 29 de agosto de 2024
MATEO 25,1-13 CICLO B
*Lecturas del Viernes de la XXI
Semana del Tiempo Ordinario*
*Santa Rosa de Lima*
30 Agosto 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (25,1-13)*
En aquel
tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los cielos se
parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al
esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar
las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas
de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó una voz: «¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!»
Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus
lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: «Dadnos un poco de vuestro
aceite, que se nos apagan las lámparas.» Pero las sensatas contestaron: «Por si
acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda
y os lo compréis.» Mientras iban a comprarlo llegó el esposo, y las que estaban
preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde
llegaron también las otras doncellas, diciendo: «Señor, señor, ábrenos.» Pero
él respondió: «Os lo aseguro: no os conozco.» Por tanto, velad, porque no
sabéis el día ni la hora.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(«"¡Que
llega el esposo, salid a recibirlo!"»)
*Sé que tengo cosas dentro de mí que son necias, pero también tengo
dentro de mi hay cosas que son muy prudente. La buena noticia para mi es que el
Señor, quiere enseñar mi pobre oído a escuchar el sonido dulcísimo de su
palabra, que en medio del sueño, en medio de la noche de mis tinieblas, hay una
pequeña luz siempre encendida dentro de mí, para que en medio de mi sueño,
tenga el deseo, de despertar a una vida nueva, con deseo de hacer la voluntad
del Señor*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL VIERNES 30
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO ORDINARIO
VIERNES DE LA SEMANA XXI
Del Común de vírgenes.
30 de agosto
SANTA ROSA DE LIMA, virgen, Patrona de
América Latina (FIESTA).
Nació en Lima (Perú) el año 1586; cuando vivía en su casa se dedicó ya a una
vida de piedad y de virtud, y cuando vistió el hábito de la tercera Orden de
santo Domingo hizo grandes progresos en el camino de la penitencia y de la
contemplación mística. Murió el día 24 de agosto del año 1617.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de
las vírgenes.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de
las vírgenes.
Himno: CUANDO, SEÑOR, EN QUIETA LONTANANZA.
Cuando, Señor, en quieta lontananza
se encienden los fulgores de este día,
no dejes de avivar nuestra esperanza,
atiende al corazón que en ti confía.
Van a pasar por manos laboriosas
los granos de un rosario de ilusiones,
acógelas, Señor, que son hermosas,
amor y don de nuestros corazones.
Mujer llena de Dios, oh santa Rosa,
vivir para el Señor, para el Amado,
fue el ansia de tu amor, gracia divina,
llevada de su fuerza y de su mano.
No olvides los que vamos de camino
siguiendo en el desierto tus pisadas,
aboga ante el Señor favor divino
seguir como seguiste sus llamadas.
Proclamen nuestros labios la grandeza
del Padre que en el Hijo nos dio gozo,
y, siendo nuestra herencia la pobreza,
nos colma de su amor el Fuego Santo. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Libremente confieso a Cristo; de Cristo está sedienta mi alma;
deseo estar por siempre con Cristo.
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Libremente confieso a Cristo; de
Cristo está sedienta mi alma; deseo estar por siempre con Cristo.
Ant 2. Vírgenes del Señor, bendecid al
Señor; el que sembró en vosotras el deseo de la virginidad ha coronado ya su
obra.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. Vírgenes del Señor, bendecid al
Señor; el que sembró en vosotras el deseo de la virginidad ha coronado ya su
obra.
Ant 3. Que los santos se alegren en la
gloria, pues han conseguido una brillante victoria sobre la carne y la sangre.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Que los santos se alegren en la
gloria, pues han conseguido una brillante victoria sobre la carne y la sangre.
LECTURA BREVE Ct 8, 7
Las aguas torrenciales no podrían apagar el amor, ni anegarlo los ríos. Si
alguien quisiera comprar el amor con todas las riquezas de su casa, se haría
despreciable.
RESPONSORIO BREVE
V. Oigo en mi corazón: buscad mi rostro.
R. Oigo en mi corazón: buscad mi rostro.
V. Tu rostro buscaré, Señor.
R. Buscad mi rostro.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Oigo en mi corazón: buscad mi rostro.
V. Me
enseñarás el sendero de la vida.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia.
PRIMERA LECTURA
De la primera carta del apóstol san Pablo a los
Corintios 7, 25-40
LA VIRGINIDAD CRISTIANA
Hermanos: Respecto al celibato no tengo órdenes
del Señor, sino que doy mi parecer como hombre de fiar que soy, por la
misericordia del Señor. Estimo que es un bien, por la necesidad actual: quiero
decir que es un bien vivir así.
¿Estás unido a una mujer? No busques la separación. ¿Estás libre? No busques
mujer; aunque si te casas, no haces mal; y si una soltera se casa, tampoco hace
mal. Pero estos tales sufrirán la tribulación de la carne. Yo respeto vuestras
razones.
Os digo esto, hermanos: el momento es apremiante. Queda como solución: que los
que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no
lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran,
como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de
él: porque la presentación de este mundo se termina.
Quiero que os ahorréis preocupaciones: el célibe se preocupa de los asuntos del
Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los
asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido. Lo mismo, la
mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor,
consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los
asuntos del mundo, buscando contentar a su marido. Os digo todo esto para
vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble
y al trato con el Señor sin preocupaciones.
Si, a pesar de todo, alguien cree faltar a la conveniencia respecto de su
doncella, por estar en la flor de su edad, y conviene proceder así, haga lo que
quiera, no hace mal; cásense. Mas el que permanece firme en su corazón, y sin
presión alguna y en pleno uso de su libertad está resuelto en su interior a
guardar a su doncella, hará bien. Así pues, el que casa a su doncella obra
bien. Y el que no la casa obra mejor.
La mujer está ligada a su marido mientras él viva; mas una vez muerto el
marido, queda libre para casarse con quien quiera, pero en el Señor. Sin embargo,
será más feliz si permanece así según mi consejo; que yo también creo tener el
Espíritu de Dios.
RESPONSORIO
R. Prendado
está el rey de tu belleza, obra de sus manos; él es tu Dios y tu rey. * Tu
rey es al mismo tiempo tu esposo.
V. Has tomado por esposo al rey y Dios; él te ha
dotado, él te ha engalanado, te ha redimido, te ha santificado.
R. Tu rey es al mismo tiempo tu esposo.
SEGUNDA LECTURA
De los Escritos de santa Rosa de Lima, virgen
(Al médico Castillo: edición L. Getino, La patrona de América, Madrid 1928, pp.
54-55)
CONOZCAMOS EL AMOR DE CRISTO, QUE EXCEDE TODO
CONOCIMIENTO
El Salvador levantó la voz y dijo, con
incomparable majestad:
«¡Conozcan todos que la gracia sigue a la tribulación. Sepan que sin el peso de
las aflicciones no se llega al colmo de la gracia. Comprendan que, conforme al
acrecentamiento de los trabajos, se aumenta juntamente la medida de los
carismas. Que nadie se engañe: ésta es la única verdadera escala del paraíso, y
fuera de la cruz no hay camino por donde se pueda subir al cielo!»
Oídas estas palabras, me sobrevino un ímpetu poderoso de ponerme en medio de la
plaza para gritar con grandes clamores, diciendo a todas las personas, de
cualquier edad, sexo, estado y condición que fuesen:
«Oíd, pueblo; oíd, todo género de gentes: de parte de Cristo y con palabras
tomadas de su misma boca, yo os aviso: Que no se adquiere gracia sin padecer
aflicciones; hay necesidad de trabajos y más trabajos, para conseguir la
participación íntima de la divina naturaleza, la gloria de los hijos de Dios y
la perfecta hermosura del alma.»
Este mismo estímulo me impulsaba impetuosamente a predicar la hermosura de la
divina gracia, me angustiaba y me hacía sudar y anhelar. Me parecía que ya no
podía el alma detenerse en la cárcel del cuerpo, sino que se había de romper la
prisión y, libre y sola, con más agilidad, se había de ir por el mundo, dando
voces:
«¡Oh, si conociesen los mortales qué gran cosa es la gracia, qué hermosa, qué
noble, qué preciosa, cuántas riquezas esconde en sí, cuántos tesoros, cuántos
júbilos y delicias! Sin duda emplearían toda su diligencia, afanes y desvelos
en buscar penas y aflicciones; andarían todos por el mundo en busca de
molestias, enfermedades y tormentos, en vez de aventuras, por conseguir el
tesoro inestimable de la gracia. Esta es la mercancía y logro último de la
constancia en el sufrimiento. Nadie se quejaría de la cruz ni de los trabajos
que le caen en suerte, si conociera las balanzas donde se pesan para
repartirlos entre los hombres.»
RESPONSORIO 1Co 1, 27. 28-29;
Sal 137, 6
R. Lo necio
del mundo lo ha escogido Dios para confundir a los sabios; ha escogido lo que
no cuenta, para anular a lo que cuenta; * de
modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor.
V. El Señor es sublime, se fija en el humilde, y
de lejos conoce al soberbio.
R. De modo que nadie pueda gloriarse en presencia
del Señor.
*Lecturas del Viernes de la XXI
Semana del Tiempo Ordinario*
*Santa Rosa de Lima*
30 Agosto 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (25,1-13)*
En aquel
tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los cielos se
parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al
esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar
las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas
de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó una voz: «¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!»
Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus
lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: «Dadnos un poco de vuestro
aceite, que se nos apagan las lámparas.» Pero las sensatas contestaron: «Por si
acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda
y os lo compréis.» Mientras iban a comprarlo llegó el esposo, y las que estaban
preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde
llegaron también las otras doncellas, diciendo: «Señor, señor, ábrenos.» Pero
él respondió: «Os lo aseguro: no os conozco.» Por tanto, velad, porque no
sabéis el día ni la hora.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Para mí la vida es Cristo, y la muerte una ganancia; he de
gloriarme en la cruz de nuestro Señor Jesucristo.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Para mí la vida es Cristo, y la
muerte una ganancia; he de gloriarme en la cruz de nuestro Señor Jesucristo.
PRECES
Glorifiquemos a Cristo, esposo y corona de las vírgenes, y
supliquémosle, diciendo:
Jesús, corona de las vírgenes, escúchanos.
Señor Jesucristo, a quien las vírgenes amaron como a su único esposo,
concédenos que nada nos aparte de tu amor.
Tú que coronaste a María como reina de las vírgenes,
por su intercesión concédenos recibirte siempre con pureza de corazón.
Por intercesión de las santas vírgenes que te sirvieron siempre con fidelidad,
consagradas a ti en cuerpo y alma,
ayúdanos, Señor, a que los bienes de este mundo que pasa no nos separen de tu
amor eterno.
Señor Jesús, esposo que has de venir y a quien las vírgenes prudentes
esperaban,
concédenos que aguardemos tu retorno glorioso con una esperanza activa.
Por intercesión de santa [VIRGEN], que fue virgen sensata y una de las
prudentes,
concédenos, Señor, la verdadera sabiduría y la pureza de costumbres.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Con sencillez y humildad digamos la oración que Jesús nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Dios nuestro, que impulsaste a santa Rosa de Lima a apartarse de
la vida del mundo por amor tuyo y a consagrarse solo a ti, en la austeridad y
en la penitencia, concédenos, por su intercesión, que sepamos seguir, en este
mundo, el camino que conduce a la verdadera vida, para que lleguemos a gozar
del torrente de tus delicias allá en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: APLAUDAN A ESTA ROSA.
Aplaudan a esta Rosa
las rosas de la tierra;
resuene su alabanza
del sol a las estrellas.
Una Rosa de gracia
en un rosal de penas;
por las culpas del mundo
hirió su carne tierna.
Roja Rosa del cielo,
virgen Rosa limeña:
un puñado de gozo
y un haz de penitencias.
Danos, Padre, el perfume
de esta Rosa pequeña;
que su rocío fecunde
estas tierras de América. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Quiero ser solamente tuya, oh Cristo esposo, a ti vengo con mi
lámpara encendida.
Salmo 121 LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia
en el palacio de David.
Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.»
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo.»
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Quiero ser solamente tuya, oh
Cristo esposo, a ti vengo con mi lámpara encendida.
Ant 2. Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS.
Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.
Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Ant 3. Mi alma se siente firme, está
cimentada en Cristo, el Señor.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mi alma se siente firme, está
cimentada en Cristo, el Señor.
LECTURA BREVE 1Co 7, 32. 34
El célibe se preocupa de los asuntos del Señor,
buscando contentar al Señor; lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se
preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma.
RESPONSORIO BREVE
V. Llevan ante el Rey al séquito de vírgenes, las traen entre
alegría.
R. Llevan ante el Rey al séquito de vírgenes, las
traen entre alegría.
V. Van entrando en el palacio real.
R. Las traen entre alegría.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Llevan ante el Rey al séquito de vírgenes, las
traen entre alegría.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Mi Señor Jesucristo se desposó conmigo con su anillo, y como verdadera
esposa me adornó con una corona.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mi Señor Jesucristo se desposó
conmigo con su anillo, y como verdadera esposa me adornó con una corona.
PRECES
Alabemos con gozo a Cristo, que elogió a los que permanecen
vírgenes a causa del reino de Dios, y supliquémosle, diciendo:
Jesús, rey de las vírgenes, escúchanos.
Señor Jesucristo, tú que como esposo amante colocaste junto a ti a la Iglesia
sin mancha ni arruga,
haz que sea siempre santa e inmaculada.
Señor Jesucristo, a cuyo encuentro salieron las vírgenes santas con sus
lámparas encendidas,
no permitas que falte nunca el óleo de la fidelidad en las lámparas de las
vírgenes que se han consagrado a ti.
Señor Jesucristo, a quien la Iglesia virgen guardó siempre fidelidad intacta,
concede a todos los cristianos la integridad y la pureza de la fe.
Tú que concedes hoy a tu pueblo alegrarse por la fiesta de santa [VIRGEN],
virgen,
concédele también gozar siempre de su valiosa intercesión.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que recibiste en el banquete de tus bodas a las vírgenes santas,
admite también a nuestros hermanos difuntos en el convite festivo de tu reino.
Oremos con Jesús, diciendo a nuestro Padre:
Padre nuestro...
ORACION
Dios nuestro, que impulsaste a santa Rosa de Lima a apartarse de
la vida del mundo por amor tuyo y a consagrarse solo a ti, en la austeridad y
en la penitencia, concédenos, por su intercesión, que sepamos seguir, en este
mundo, el camino que conduce a la verdadera vida, para que lleguemos a gozar
del torrente de tus delicias allá en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.