Lecturas
del Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María
28 Jun 2025
Del
santo Evangelio según san Mateo 8, 5-17
En aquel tiempo, al
entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano y le dijo:
"Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama, paralítico, y sufre
mucho". Él le contestó: "Voy a curarlo".
Pero
el oficial le replicó: "Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa;
con que digas una sola palabra, mi criado quedará sano. Porque yo también vivo
bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; cuando le digo a uno: `¡Ve!, él
va; al otro: “Ven!”, y viene; a mi criado: `¡Haz esto!', y lo hace".
Al
oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo seguían: "Yo
les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande. Les aseguro
que muchos vendrán de oriente y de occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y
Jacob en el Reino de los cielos. En cambio, a los herederos del Reino los
echarán fuera, a las tinieblas. Ahí será el llanto y la desesperación".
Jesús
le dijo al oficial romano: "Vuelve a tu casa y que se te cumpla lo que has
creído". Y en aquel momento se curó el criado.
Al
llegar Jesús a la casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre.
Entonces la tomó de la mano y desapareció la fiebre. Ella se levantó y se puso
a servirles.
Al
atardecer le trajeron muchos endemoniados. Él expulsó a los demonios con su
palabra y curó a todos los enfermos. Así se cumplió lo dicho por el profeta
Isaías: Él hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores.
Palabra del Señor.
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
("Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que
lo digas de palabra y mi criado quedará sano").
*Este
hombre no se creía digno, y recibió los elogios más bellos de Jesús el maestro
y Señor, que hasta lo hicieron merecedor de aparecer en las escrituras. Este hombre
utilizó una palabra que rige su vida y la vida de los que están con él: Vivir bajo
diciplina. Vivir bajo la diciplina del amor que viene de Dios, produce:
Seguridad, Entendimiento y Obediencia. La Seguridad me quita el miedo y me hace
ver ser que el Señor tiene todo poder. El Entendimiento, me recuerda que el
poder del Señor está por encima de mis pecados, mis problemas. La Obediencia a
quiere su mayor eficacia cuando se mantiene unida a la paciencia y van agarradas
de manos, si obedezco, aunque camine por cañadas oscura su bastón y sus callado
me sostienen. El Señor me está enseñando que la
obediencia y la paciencia son las cosas santas que me ayudaran a caminar en su
voluntad*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.