Musica Para el Alma
viernes, 27 de junio de 2025
MATEO 8,5-17 CICLO C
Lecturas
del Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María
28 Jun 2025
Del
santo Evangelio según san Mateo 8, 5-17
En aquel tiempo, al
entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano y le dijo:
"Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama, paralítico, y sufre
mucho". Él le contestó: "Voy a curarlo".
Pero
el oficial le replicó: "Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa;
con que digas una sola palabra, mi criado quedará sano. Porque yo también vivo
bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; cuando le digo a uno: `¡Ve!, él
va; al otro: “Ven!”, y viene; a mi criado: `¡Haz esto!', y lo hace".
Al
oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo seguían: "Yo
les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande. Les aseguro
que muchos vendrán de oriente y de occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y
Jacob en el Reino de los cielos. En cambio, a los herederos del Reino los
echarán fuera, a las tinieblas. Ahí será el llanto y la desesperación".
Jesús
le dijo al oficial romano: "Vuelve a tu casa y que se te cumpla lo que has
creído". Y en aquel momento se curó el criado.
Al
llegar Jesús a la casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre.
Entonces la tomó de la mano y desapareció la fiebre. Ella se levantó y se puso
a servirles.
Al
atardecer le trajeron muchos endemoniados. Él expulsó a los demonios con su
palabra y curó a todos los enfermos. Así se cumplió lo dicho por el profeta
Isaías: Él hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores.
Palabra del Señor.
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
("Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que
lo digas de palabra y mi criado quedará sano").
*Este
hombre no se creía digno, y recibió los elogios más bellos de Jesús el maestro
y Señor, que hasta lo hicieron merecedor de aparecer en las escrituras. Este hombre
utilizó una palabra que rige su vida y la vida de los que están con él: Vivir bajo
diciplina. Vivir bajo la diciplina del amor que viene de Dios, produce:
Seguridad, Entendimiento y Obediencia. La Seguridad me quita el miedo y me hace
ver ser que el Señor tiene todo poder. El Entendimiento, me recuerda que el
poder del Señor está por encima de mis pecados, mis problemas. La Obediencia a
quiere su mayor eficacia cuando se mantiene unida a la paciencia y van agarradas
de manos, si obedezco, aunque camine por cañadas oscura su bastón y sus callado
me sostienen. El Señor me está enseñando que la
obediencia y la paciencia son las cosas santas que me ayudaran a caminar en su
voluntad*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAUDES Y VISPERAS DEL SAVADO 28
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO ORDINARIO
SÁBADO DE LA SEMANA XII
Del Común de la Santísima Virgen María. Salterio IV
25 de junio
*EL INMACULADO CORAZÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
MARÍA. (MEMORIA)*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos a Cristo, Hijo de
María Virgen.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos a Cristo, Hijo de
María Virgen.
Himno: ERES TÚ LA MUJER LLENA DE GLORIA
Eres tú la mujer llena de gloria,
alzada por encima de los astros;
con tu sagrado pecho das la leche
al que en su providencia te ha creado.
Lo que Eva nos perdió tan tristemente,
tú lo devuelves por tu fruto santo;
para que al cielo ingresen los que lloran,
eres tú la ventana del costado.
Tú eres la puerta altísima del Rey
y la entrada fulgente de la luz;
la vida que esta Virgen nos devuelve
aplauda el pueblo que alcanzó salud.
Sea la gloria a ti, Señor Jesús,
que de María Virgen has nacido,
gloria contigo al Padre y al Paráclito,
por sempiternos y gozosos siglos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Es bueno tocar para tu nombre, oh altísimo, y proclamar por la
mañana tu misericordia.
Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA
VIDA DE LOS HOMBRES.
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Es bueno tocar para tu nombre, oh
altísimo, y proclamar por la mañana tu misericordia.
Ant 2. Os daré un corazón nuevo y os
infundiré un espíritu nuevo.
Cántico: DIOS RENOVARÁ A SU PUEBLO - Ez 36, 24-28
Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países,
y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu,
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Os daré un corazón nuevo y os
infundiré un espíritu nuevo.
Ant 3. De la boca de los niños de pecho,
Señor, has sacado una alabanza.
Salmo 8 MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. De la boca de los niños de pecho,
Señor, has sacado una alabanza.
LECTURA BREVE Is 61, 10
Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un
traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como a una novia que se
adorna con sus joyas.
RESPONSORIO BREVE
V. El Señor la eligió y la predestinó.
R. El Señor la eligió y la predestinó.
V. La hizo morar en su templo santo.
R. Y la predestinó.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. El Señor la eligió y la predestinó.
V. No
dejamos de orar y pedir por vosotros.
R. Que lleguéis al pleno conocimiento de la
voluntad de Dios.
PRIMERA LECTURA
Del libro de Nehemías 2, 9-20
NEHEMIAS PREPARA LA RECONSTRUCCIÓN DE LAS MURALLAS DE JERUSALÉN
En aquellos días, el rey me proporcionó también una escolta de oficiales y
jinetes, y, cuando me presenté a los gobernadores de Transeufratina, les
entregué las cartas del rey. Cuando el joronita Sanbalat y Tobías, el siervo
amonita, se enteraron de la noticia, les molestó que alguien viniera a
preocuparse por el bienestar de los israelitas.
Llegué a Jerusalén y descansé allí tres días. Luego me levanté de noche con
unos pocos hombres, sin decir a nadie lo que mi Dios me había inspirado hacer
en Jerusalén. Sólo llevaba la cabalgadura que yo montaba. Salí de noche por la
puerta del Valle, dirigiéndome a la fuente del Dragón y a la puerta de la
Basura; comprobé que las murallas de Jerusalén estaban en ruinas y las puertas
consumidas por el fuego. Continué por la puerta de la Fuente y la alberca real.
Como allí no había sitio para la cabalgadura, subí por el torrente, todavía de
noche, y seguí inspeccionando la muralla. Volví a entrar por la puerta del
Valle y regresé a casa. Las autoridades no supieron adónde había ido ni lo que
pensaba hacer. Hasta entonces no había dicho nada a los judíos, ni a los
sacerdotes, ni a los notables, ni a las autoridades, ni a los demás encargados
de la obra. Entonces les dije:
«Ya veis la situación en que nos encontramos: Jerusalén está en ruinas, y sus
puertas incendiadas. Vamos a reconstruir la muralla de Jerusalén, y cese
nuestra ignominia.»
Les conté cómo el Señor me había favorecido y lo que me había dicho el rey.
Ellos dijeron:
«Venga, a trabajar.»
Y pusieron manos a la obra con todo entusiasmo. Cuando se enteraron el joronita
Sanbalat, Tobías, el siervo amonita, y el árabe Guesen, empezaron a burlarse de
nosotros y a zaherirnos, comentando:
«¿Qué estáis haciendo? ¿Rebelaros contra el rey?» Les repliqué:
«El Dios del cielo hará que tengamos éxito. Nosotros, sus siervos, seguiremos
construyendo. Y vosotros no tendréis terrenos, ni derechos, ni un nombre en
Jerusalén.»
RESPONSORIO Cf. Ne 2, 18. 20; Sal 125, 3
R. Venga, a trabajar; el Dios del cielo hará que
tengamos éxito. * Nosotros
somos sus siervos.
V. El Señor ha estado grande con nosotros, y
estamos alegres.
R. Nosotros somos sus siervos.
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de san Lorenzo Justiniano, obispo
(Sermón 8, En la fiesta de la Purificación de la Santísima Virgen María: Opera
2, Venecia 1751, 38-39)
MARÍA CONSERVABA TODAS ESTAS COSAS EN SU CORAZÓN
María iba reflexionando sobre todas las cosas que había conocido leyendo,
escuchando, mirando, y de este modo su fe iba en aumento constante, sus méritos
crecían, su sabiduría se hacía más clara y su caridad era cada vez más
ardiente. Su conocimiento y penetración, siempre renovados, de los misterios
celestiales la llenaban de alegría, la hacían gozar de la fecundidad del
Espíritu, la atraían hacia Dios y la hacían perseverar en su propia humildad.
Porque en esto consisten los progresos de la gracia divina, en elevar desde lo
más humilde hasta lo más excelso y en ir transformando de resplandor en
resplandor. Bienaventurada el alma de la Virgen que, guiada por el magisterio
del Espíritu que habitaba en ella, se sometía siempre y en todo a las
exigencias de la Palabra de Dios.
Ella no se dejaba llevar por su propio instinto o juicio, sino que su actuación
exterior correspondía siempre a las insinuaciones internas de la sabiduría que
nace de la fe. Convenía, en efecto, que la sabiduría divina, que se iba
edificando la casa de la Iglesia para habitar en ella, se valiera de María
santísima para lograr la observancia de la ley, la purificación de la mente, la
justa medida de la humildad y el sacrificio espiritual.
Imítala tú, alma fiel. Entra en el templo de tu corazón, si quieres alcanzar la
purificación espiritual y la limpieza de todo contagio de pecado. Allí Dios
atiende más a la intención que a la exterioridad de nuestras obras. Por esto,
ya sea que por la contemplación salgamos de nosotros mismos para reposar en
Dios, ya sea que nos ejercitemos en la práctica de las virtudes o que nos
esforcemos en ser útiles a nuestro prójimo con nuestras buenas obras, hagámoslo
de manera que la caridad de Cristo sea lo único que nos apremie. Éste es el
sacrificio de la purificación espiritual, agradable a Dios, que se ofrece no en
un templo hecho por mano de hombres, sino en el templo del corazón, en el que
Cristo el Señor entra de buen grado.
RESPONSORIO
R. No hay alabanza digna de ti, virginidad
inmaculada y santa. * Porque
en tu seno has llevado al que ni el cielo puede contener.
V. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto
de tu vientre.
R. Porque en tu seno has llevado al que ni el
cielo puede contener.
*Las
lecturas del Inmaculado Corazón de María*
Evangelio
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (8,5-17):
5 Al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión
y le rogó
6 diciendo: «Señor, mi criado yace en casa
paralítico con terribles sufrimientos.»
7 Dícele Jesús: «Yo iré a curarle.»
8 Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que
entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano.
9 Porque también yo, que soy un subalterno, tengo
soldados a mis órdenes, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro:
"Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace.»
10 Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que
le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan
grande.
11 Y os digo que vendrán muchos de oriente y
occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los
Cielos,
12 mientras que los hijos del Reino serán echados a
las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.»
13 Y dijo Jesús al centurión: «Anda; que te suceda
como has creído.» Y en aquella hora sanó el criado.
14 Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra
de éste en cama, con fiebre.
15 Le tocó la mano y la fiebre la dejó; y se levantó
y se puso a servirle.
16 Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; él
expulsó a los espíritus con una palabra, y curó a todos los enfermos,
17 para que se cumpliera el oráculo del profeta
Isaías: = El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades. =
Palabra
del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Mi corazón y mi carne se alegran por el Dios vivo.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mi corazón y mi carne se alegran
por el Dios vivo.
PRECES
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María
Virgen, y digámosle:
Que tu santa Madre, Señor, interceda por nosotros.
Sol de justicia, a quien María Virgen precedía cual aurora luciente,
haz que vivamos siempre iluminados por la claridad de tu presencia.
Palabra eterna del Padre, tú que elegiste a María como arca de tu morada,
líbranos de toda ocasión de pecado.
Salvador del mundo, que quisiste que tu Madre estuviera junto a tu cruz,
por su intercesión concédenos compartir con alegría tus padecimientos.
Señor Jesús, que colgado en la cruz entregaste María a Juan como madre,
haz que nosotros vivamos también como hijos suyos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Según el mandato del Señor, digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios, que en el corazón de santa María Virgen preparaste al
Espíritu Santo una digna morada, haz que también nosotros, por intercesión de
María, seamos transformados en templos de tu gloria. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: LOS PUEBLOS QUE MARCHAN Y LUCHAN
Los pueblos que marchan y luchan
con firme tesón
aclamen al Dios de la vida.
Cantemos hosanna que viene el Señor.
Agiten laureles y olivos,
es Pascua de Dios,
mayores y niños repitan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»
Jesús victorioso y presente
ofrece su don
a todos los justos del mundo.
Cantemos hosanna que viene el Señor.
Resuenen en todo camino
de paz y de amor
alegres canciones que digan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»
Que Dios, Padre nuestro amoroso,
el Hijo y su Don
a todos protejan y acojan.
Cantemos hosanna que viene el Señor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.
Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO
Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.
Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.
Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Suba mi oración, Señor, como
incienso en tu presencia.
Ant 2. Tú eres mi refugio y mi heredad,
Señor, en el país de la vida.
Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.
Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.
A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»
Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú eres mi refugio y mi heredad,
Señor, en el país de la vida.
Ant 3. El Señor Jesús se rebajó; por eso
Dios lo levantó sobre todo, por los siglos de los siglos.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2,
6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor Jesús se rebajó; por eso
Dios lo levantó sobre todo, por los siglos de los siglos.
LECTURA BREVE Rm 11, 33-36
¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! ¡Qué insondables son
sus juicios y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás la mente
del Señor? ¿Quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él
le devuelva? Él es origen, camino y término de todo. A él la gloria por los
siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE
V. Cuántas son tus obras, Señor.
R. Cuántas son tus obras, Señor.
V. Y todas las hiciste con sabiduría.
R. Tus obras, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Cuántas son tus obras, Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Con ánimo decidido, Jesús subía a Jerusalén, al encuentro de su
pasión.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Con ánimo decidido, Jesús subía a
Jerusalén, al encuentro de su pasión.
PRECES
Glorifiquemos a Dios, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y
supliquémosle diciendo:
Escucha a tu pueblo, Señor.
Padre todopoderoso, haz que abunde en la tierra la justicia
y que tu pueblo se alegre en la paz.
Que todos los pueblos entren a formar parte de tu reino
y que el pueblo judío sea salvado.
Que los esposos cumplan tu voluntad, vivan en concordia
y que sean siempre fieles a su mutuo amor.
Recompensa, Señor, a nuestros bienhechores
y concédeles la vida eterna.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acoge con amor a los que han muerto víctimas del odio, de la violencia o de la
guerra
y dales el descanso eterno.
Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que Cristo nos
enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Dios nuestro, que quisiste hacernos hijos de la luz por la
adopción de la gracia, concédenos que no seamos envueltos por las tinieblas del
error, sino que permanezcamos siempre en el esplendor de la verdad. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL SABADO 28 DE JUNIO 2025
Lecturas del Inmaculado
Corazón de la Bienaventurada Virgen María
28 Jun 2025
Primera lectura
Del libro del Génesis 18, 1-15
Un día, el Señor se le apareció a Abraham en
el encinar de Mambré. Abraham estaba sentado en la entrada de su tienda, a la
hora del calor más fuerte. Levantando la vista, vio de pronto a tres hombres
que estaban de pie ante él. Al verlos, se dirigió a ellos rápidamente desde la
puerta de la tienda, y postrado en tierra, dijo: "Señor mío, si he hallado
gracia a tus ojos, te ruego que no pases junto a mí sin detenerte. Haré que
traigan un poco de agua para que se laven los pies y descansen a la sombra de
estos árboles; traeré pan para que recobren las fuerzas y después continuarán
su camino, pues sin duda para eso han pasado junto a su siervo".
Ellos
le contestaron: "Está bien. Haz lo que dices". Abraham entró
rápidamente en la tienda donde estaba Sara, y le dijo: "Date prisa, toma
tres medidas de harina, amásalas y cuece unos panes".
Luego
Abraham fue corriendo al establo, escogió un ternero y se lo dio a un criado
para que lo matara y lo preparara. Cuando el ternero estuvo asado, tomó
requesón y leche y lo sirvió todo a los forasteros. Él permaneció de pie junto
a ellos, bajo el árbol, mientras comían. Ellos le preguntaron: "¿Dónde
está Sara, tu mujer?" Él respondió: "Allá, en la tienda". Uno de
ellos le dijo: "Dentro de un año volveré sin falta a visitarte por estas
fechas; para entonces, Sara, tu mujer, habrá tenido un hijo".
Sara
estaba escuchando detrás de la puerta de la tienda. (Abraham y Sara eran ya muy
ancianos, y a Sara le había cesado su regla). Sara se rio por lo bajo y pensó:
"Siendo yo tan vieja y mi marido un anciano, ¿podré experimentar el
placer?"
Entonces
el Señor le dijo a Abraham: "¿Por qué se ha reído Sara y ha dicho: `¿Será
cierto que voy a dar a luz, siendo ya tan vieja?' ¿Acaso hay algo difícil para
Dios? El año que viene, en el plazo señalado, volveré a visitarte, y Sara
tendrá un hijo". Sara dijo entonces, asustada: "No me estaba
riendo". Pero el Señor replicó: "No lo niegues; sí te estabas
riendo".
Palabra de Dios.
Lucas
1
R/. El
Señor se acordó de su misericordia.
Mi alma glorifica al
Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus
ojos en la humildad de su esclava. R/.
Desde
ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes
cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre. R/.
Su
misericordia llega de generación en generación a los que lo temen. A los
hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. R/.
Acordándose
de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido
a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre. R/.
Lecturas
del Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María
28 Jun 2025
Del
santo Evangelio según san Mateo 8, 5-17
En aquel tiempo, al
entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano y le dijo:
"Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama, paralítico, y sufre
mucho". Él le contestó: "Voy a curarlo".
Pero
el oficial le replicó: "Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa;
con que digas una sola palabra, mi criado quedará sano. Porque yo también vivo
bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; cuando le digo a uno: `¡Ve!, él
va; al otro: “Ven!”, y viene; a mi criado: `¡Haz esto!', y lo hace".
Al
oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo seguían: "Yo
les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande. Les aseguro
que muchos vendrán de oriente y de occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y
Jacob en el Reino de los cielos. En cambio, a los herederos del Reino los
echarán fuera, a las tinieblas. Ahí será el llanto y la desesperación".
Jesús
le dijo al oficial romano: "Vuelve a tu casa y que se te cumpla lo que has
creído". Y en aquel momento se curó el criado.
Al
llegar Jesús a la casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre.
Entonces la tomó de la mano y desapareció la fiebre. Ella se levantó y se puso
a servirles.
Al
atardecer le trajeron muchos endemoniados. Él expulsó a los demonios con su
palabra y curó a todos los enfermos. Así se cumplió lo dicho por el profeta
Isaías: Él hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores.
Palabra del Señor.
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
("Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que
lo digas de palabra y mi criado quedará sano").
*Este
hombre no se creía digno, y recibió los elogios más bellos de Jesús el maestro
y Señor, que hasta lo hicieron merecedor de aparecer en las escrituras. Este hombre
utilizó una palabra que rige su vida y la vida de los que están con él: Vivir bajo
diciplina. Vivir bajo la diciplina del amor que viene de Dios, produce:
Seguridad, Entendimiento y Obediencia. La Seguridad me quita el miedo y me hace
ver ser que el Señor tiene todo poder. El Entendimiento, me recuerda que el
poder del Señor está por encima de mis pecados, mis problemas. La Obediencia a
quiere su mayor eficacia cuando se mantiene unida a la paciencia y van agarradas
de manos, si obedezco, aunque camine por cañadas oscura su bastón y sus callado
me sostienen. El Señor me está enseñando que la
obediencia y la paciencia son las cosas santas que me ayudaran a caminar en su
voluntad*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
jueves, 26 de junio de 2025
LUCAS 15,3-7 CICLO C
*Lecturas del Sagrado Corazón de Jesús*
Viernes, 27 de junio de 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(15,3-7)*
3 Entonces les dijo esta parábola.
4 «¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas,
si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se
perdió hasta que la encuentra?
5 Y cuando la encuentra, la pone contento
sobre sus hombros;
6 y llegando a casa, convoca a los amigos y
vecinos, y les dice: "Alegraos conmigo, porque he
hallado la oveja que se me había perdido."
7 Os digo que, de igual modo, habrá más
alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que
no tengan necesidad de conversión.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Habrá más alegría en el cielo
por un solo pecador que se convierta»).
*Esta lectura me viene a
regalar una alegría especia. El Señor me muestra donde radica su gran alegría,
me muestra que su corazón sufre cuando estoy distante, pero que su corazón se
alegra cuando estoy cerca. Un corazón rebosa de alegría cuando recupera algo muy
valioso que estaba extraviado o perdido. Y esta alegría que siente Jesús están grande
que tiene que compartirla con las personas que son cercanas a él. Nadie se
puede quedar sin alegría, porque cuando estaba preocupado y triste, todos estaban
triste con él, esta alegría que siente Jesús en su corazón al encontrar esto de
tanto valor que estaba extraviada, le lleva a gritar a los cuatro vientos: Alégrense
conmigo he encontrado loque estaba perdido. Esto es lo que sucede cuando somos
encontrado por el amor y la misericordia de Dios, cuando somos encontrado todos
salimos ganando; el Corazón de Jesús se alegra, los
amigos de Jesús celebran y el encontrado, el que estaba perdido solo repite en
su corazón: Sagrado corazón de Jesús en Voz confío*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAUDES Y VISPERAS DEL VIERNES 27
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO
ORDINARIO
VIERNES DE LA SEMANA XII
De la Solemnidad.
27 de junio
*EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. (SOLEMNIDAD)*
La devoción al Corazón de Jesús existió ya en los primeros tiempos de la
Iglesia, pero en el siglo diecisiete, Nuestro Señor Jesucristo se apareció a
Santa Margarita María de Alacoque, en Paray-le-Monial, Francia, solicitando,
que se le venerase. Su Corazón estaba rodeado de llamas de amor, coronado de
espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior de su
corazón, salía una cruz, entre tanto le dijo: «He aquí el Corazón que tanto ha
amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres no recibe
nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio, en este sacramento de amor.»
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Al Corazón de Jesús, herido por
nuestro amor, venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al Corazón de Jesús, herido por
nuestro amor, venid, adorémosle.
Himno: DESDE LA CRUZ REDENTORA
Desde la cruz redentora,
el Señor nos dio el perdón,
y, para darnos su amor,
todo a la vez, sin medida,
abrió en su pecho una herida
y nos dio su corazón.
Santa cruz de Jesucristo,
abierta como dos brazos:
rumbo de Dios y regazo
en la senda del dolor,
brazos tendidos de amor
sosteniendo nuestros pasos.
Sólo al chocar en las piedras
el río canta al Creador;
del mismo modo el dolor,
como piedra de mi río,
saca del corazón mío
el mejor canto de amor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Jesús, puesto en pie, exclamó en alta voz: «El que tenga sed que
venga a mí y que beba.»
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Jesús, puesto en pie, exclamó en
alta voz: «El que tenga sed que venga a mí y que beba.»
Ant 2. Venid a mí todos los que andáis
rendidos y agobiados, que yo os daré descanso.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. Venid a mí todos los que andáis
rendidos y agobiados, que yo os daré descanso.
Ant 3. Hijo mío, entrégame el corazón y
acepta de buena gana mi camino.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Hijo mío, entrégame el corazón y
acepta de buena gana mi camino.
LECTURA BREVE Jr 31, 33
Así será la alianza que haré con la casa de Israel, después de aquellos días
—oráculo del Señor—: Pondré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones;
yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
RESPONSORIO BREVE
V. Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí.
R. Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí.
V. Que soy manso y humilde de corazón.
R. Y aprended de mí.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí.
V. Recuerdo
las proezas del Señor.
R. Traigo a la memoria sus antiguos portentos.
PRIMERA LECTURA
De la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 28-39
EL AMOR DE DIOS SE MANIFIESTA EN CRISTO
Hermanos: Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los
que ha llamado conforme a su designio. A los que había escogido, Dios los
predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos
hermanos. A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a
los que justificó, los glorificó.
¿Qué decir a todo esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra
nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte
por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él todo lo demás? ¿Quién se atreverá
a acusar a los elegidos de Dios? Siendo Dios quien justifica, ¿quién podrá
condenar? ¿Acaso Cristo Jesús, el que murió por nosotros? Más aún, ¿el que fue
resucitado y está a la diestra de Dios intercediendo por nosotros? ¿Quién podrá
apartarnos del amor de Cristo? ¿La aflicción? ¿La angustia? ¿La persecución?
¿El hambre? ¿La desnudez? ¿El peligro? ¿La espada? (Como dice la Escritura:
«Por tu causa nos llevan a la muerte uno y otro día; nos tratan como a ovejas
que van al matadero.») Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos
ha amado.
Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni
presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni creatura
alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor
nuestro.
RESPONSORIO Ef 2, 5. 4. 7
R. Cuando estábamos muertos por nuestros pecados,
Dios nos vivificó con Cristo, * por
el gran amor con que nos amó.
V. Quiso mostrar en los siglos venideros la
sublime riqueza de su gracia.
R. Por el gran amor con que nos amó.
SEGUNDA LECTURA
De las Obras de san Buenaventura, obispo
(Opúsculo 3, El árbol de la vida, 29-30. 47: Opera omnia 8, 79)
EN TI ESTA LA FUENTE DE LA VIDA
Y tú, hombre redimido, considera quién, cuál y cuán grande es éste que está
pendiente de la cruz por ti. Su muerte resucita a los muertos, su tránsito lo
lloran los cielos y la tierra, y las mismas piedras, como movidas de compasión
natural, se quebrantan. ¡Oh corazón humano, más duro eres que ellas, si con el
recuerdo de tal víctima ni el temor te espanta, ni la compasión te mueve, ni la
compunción te aflige, ni la piedad te ablanda!
Para que del costado de Cristo dormido en la cruz se formase la Iglesia y se
cumpliese la Escritura que dice: Mirarán a quien traspasaron, uno de los
soldados lo hirió con una lanza y le abrió el costado. Y fue permisión de la
divina providencia, a fin de que, brotando de la herida sangre y agua, se
derramase el precio de nuestra salud, el cual, manando de la fuente arcana del
corazón, diese a los sacramentos de la Iglesia la virtud de conferir la vida de
la gracia, y fuese para los que viven en Cristo como una copa llenada en la
fuente viva, que brota para comunicar vida eterna.
Levántate, pues, alma amiga de Cristo, y sé la paloma que labra su nido en los
agujeros de la peña; sé el pájaro que encuentra su casa y no deja de guardarla;
sé la tórtola que esconde los polluelos de su casto amor en aquella abertura
sacratísima. Aplica a ella tus labios para que bebas el agua de las fuentes del
Salvador. Porque ésta es la fuente que mana en medio del paraíso y, dividida en
cuatro ríos que se derraman en los corazones amantes, riega y fecunda toda la
tierra.
Corre con vivo deseo a esta fuente de vida y de luz quienquiera que seas, ¡oh
alma amante de Dios!, y con toda la fuerza del corazón exclama:
«¡Oh hermosura inefable del Dios altísimo, resplandor purísimo de la eterna
luz! ¡Vida que vivificas toda vida, luz que iluminas toda luz y conservas en
perpetuo resplandor millares de luces, que desde la primera aurora fulguran
ante el trono de tu divinidad!
¡Oh eterno e inaccesible, claro y dulce manantial de la fuente oculta a los
ojos mortales, cuya profundidad es sin fondo, cuya altura es sin término, su
anchura ilimitada y su pureza imperturbable!
De ti procede el río que alegra a la ciudad de Dios. Recrea con el agua de este
deseable torrente los resecos labios de los sedientos de amor, para que con voz
de regocijo y gratitud te cantemos himnos de alabanza, probando por experiencia
que en ti está la fuente de la vida y tu luz nos hace ver la luz.»
RESPONSORIO Sal 102, 2. 4; 33, 9
R. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus
beneficios. * Él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.
V. Gustad y ved que bueno es el Señor.
R. Él rescata tu vida de la fosa y te colma de
gracia y de ternura.
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (15,3-7)*
3 Entonces les dijo esta parábola.
4 «¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas,
si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se
perdió hasta que la encuentra?
5 Y cuando la encuentra, la pone contento
sobre sus hombros;
6 y llegando a casa, convoca a los amigos y
vecinos, y les dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se
me había perdido."
7 Os digo que, de igual modo, habrá más
alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que
no tengan necesidad de conversión.
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Por su entrañable misericordia Dios nos ha visitado y ha redimido
a su pueblo. Aleluya.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Por su entrañable misericordia Dios
nos ha visitado y ha redimido a su pueblo. Aleluya.
PRECES
Acudamos, hermanos, a Jesús, que es manso y humilde de corazón, y
digámosle:
Rey amantísimo, ten piedad de nosotros.
Jesús, Señor nuestro, en quien habita corporalmente toda la plenitud de la
divinidad,
haz que participemos de tu naturaleza divina.
Jesús, único maestro, en quien están escondidos todos los tesoros de la
sabiduría y del conocimiento,
danos, mediante la Iglesia, el conocimiento de la multiforme sabiduría de Dios.
Jesús, Hijo de Dios, en quien el Padre se complace,
enséñanos a escuchar con perseverancia tu palabra.
Jesús, hermano nuestro, de cuya plenitud todos hemos recibido,
concédenos la abundancia de tu gracia y de tu verdad.
Jesús, salvador nuestro, fuente de vida y de santidad,
haz que seamos santos e irreprochables por el amor.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Unidos al Corazón de Jesucristo, que latió de amor por el Padre y por cada uno
de nosotros, digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Te pedimos, Dios todopoderoso y eterno, que, al celebrar la
grandeza del amor que resplandece en el corazón de tu Hijo, recibamos de esta
fuente divina gracias cada vez más abundantes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
II VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: MÁRMOL CON SANGRE, TU FRENTE
Mármol con sangre, tu frente;
lirios con sangre, tus manos;
tus ojos, soles con muerte;
luna con muerte, tus labios.
Así quiero verte, Cristo,
sangriento jardín de nardos;
así, con tus cinco llagas,
cielo roto y estrellado.
Rojo y blanco, blanco y rojo,
te vio la niña del cántico:
bien merecido lo tienes,
por santo y enamorado.
Abismo reclama abismo:
¿o no lo sabías acaso?;
el amor llama a la muerte:
muerte y amor son hermanos.
Amor quema, amor hiende
carne y alma, pecho y labio.
Amor, espada de fuego;
amor, cauterio y taladro.
Así quiero verte, Cristo,
con sangre, lirios y mármol;
soles y lunas con muerte
en tus ojos y en tus labios. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Con tu yugo suave, Señor, somete el corazón de tus enemigos.
Salmo 109, 1-5. 7 - EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE.
Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies.»
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora.»
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno
según el rito de Melquisedec.»
El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente,
por eso levantará la cabeza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Con tu yugo suave, Señor, somete el
corazón de tus enemigos.
Ant 2. El Señor es piadoso y clemente; él
da alimento a sus fieles.
Salmo 110 - GRANDES SON LAS OBRAS DEL SEÑOR
Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman.
Esplendor y belleza son su obra,
su generosidad dura por siempre;
ha hecho maravillas memorables,
el Señor es piadoso y clemente.
Él da alimento a sus fieles,
recordando siempre su alianza;
mostró a su pueblo la fuerza de su poder,
dándoles la heredad de los gentiles.
Justicia y verdad son las obras de sus manos,
todos sus preceptos merecen confianza:
son estables para siempre jamás,
se han de cumplir con verdad y rectitud.
Envió la redención a su pueblo,
ratificó para siempre su alianza,
su nombre es sagrado y temible.
Primicia de la sabiduría es el temor del Señor,
tienen buen juicio los que lo practican;
la alabanza del Señor dura por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es piadoso y clemente; él
da alimento a sus fieles.
Ant 3. Éste es el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2,
6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Éste es el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo.
LECTURA BREVE Ef 2, 4-5a. 6-7
Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, aun cuando
estábamos muertos por nuestros pecados, nos vivificó con Cristo y nos resucitó
con él, y nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús. Así Dios, en su
bondad para con nosotros en Cristo Jesús, quiso mostrar en los siglos venideros
la sublime riqueza de su gracia.
RESPONSORIO BREVE
V. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud
de su sangre.
V. Y ha hecho de nosotros reino y sacerdotes para
el Dios y Padre suyo.
R. Por la virtud de su sangre.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud
de su sangre.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El Señor nos ha acogido en su corazón, acordándose de su
misericordia. Aleluya.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor nos ha acogido en su
corazón, acordándose de su misericordia. Aleluya.
PRECES
Acudamos, hermanos, a Jesús, descanso de nuestras almas fatigadas,
y digámosle suplicantes:
Rey amantísimo, ten piedad de nosotros.
Oh Jesús, que quisiste ser traspasado por la lanza para que de tu corazón
abierto, al brotar el agua y la sangre, naciera tu esposa la Iglesia,
haz que esta Iglesia sea siempre santa e inmaculada.
Jesús, templo santo de Dios, destruido por los hombres y levantado nuevamente
por el Padre,
dígnate hacer de la Iglesia morada del Altísimo.
Jesús, rey y centro de todos los corazones, que con amor eterno nos amas y nos
atraes con misericordia,
renueva tu alianza con todos los hombres.
Jesús, paz y reconciliación nuestra, que has hecho las paces en un solo hombre
nuevo, dando muerte al odio mediante la cruz,
danos acceso al Padre.
Jesús, vida y resurrección nuestra, alivio de los que están cansados y descanso
de los que se sienten agobiados,
atrae hacia ti a los pecadores.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Jesús, que por tu amor desbordante te rebajaste hasta someterte incluso a la
muerte y una muerte de cruz,
llama a los fieles difuntos a la resurrección.
Unidos a Jesucristo, que nos ama como hermano, acudamos al Padre, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Te pedimos, Dios todopoderoso y eterno, que, al celebrar la
grandeza del amor que resplandece en el corazón de tu Hijo, recibamos de esta
fuente divina gracias cada vez más abundantes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.