Lecturas
del Miércoles de la XI Semana del Tiempo Ordinario
18 jun 2025
Primera Lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (9,6-11):
El que siembra tacañamente, tacañamente
cosechará; el que siembra generosamente, generosamente cosechará. Cada uno dé
como haya decidido su conciencia: no a disgusto ni por compromiso; porque al
que da de buena gana lo ama Dios. Tiene Dios poder para colmaros de toda clase
de favores, de modo que, teniendo siempre lo suficiente, os sobre para obras
buenas. Como dice la Escritura: «Reparte limosna a los pobres, su justicia es
constante, sin falta.» El que proporciona semilla para sembrar y pan para comer
os proporcionará y aumentará la semilla, y multiplicará la cosecha de vuestra
justicia. Siempre seréis ricos para ser generosos, y así, por medio nuestro, se
dará gracias a Dios.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 111,1-2.3-4.9
R/. Dichoso quien teme al Señor
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R/.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo. R/.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad. R/.
Lecturas
del Miércoles de la XI Semana del Tiempo Ordinario
18 jun 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,1-6.16-18)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos
por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial.
Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como
hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser
honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en
cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha;
así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo
pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar
de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la
gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra
en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y
tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis
cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la
gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando
ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la
gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo
escondido, te recompensará.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará»).
*El ayuno bien hecho es fuerza que me ayuda a tener dominio sobre
mí, sobre mis deseos, pasiones, gustos, para llevarme a una fe firme. La
Limosna, me ayuda cuando la practico bien, me ayuda a poderme desprender, en
beneficio de los demás y en salud para mi arma. Mi limosna tiene que ser para
agradar al Señor. La limosna a la que el Señor quiere dirigir mi alma es: A la
Limosna cargada de Sinceridad de poder (Hacer bien el bien, sin mirar a quien).
En la oración el Señor me invita a una relación saludable y muy cercana, a
sentirme hijo del Padre y la oración también me permite recibir la recompensa
que tiene el Padre, para mí. También en la oración tengo la gracia de llegar a
una intimida especial con el Padre, el Hijo, el Espíritu y la Madre, en esa
intimida puedo hablar con ellos y sentir también que ellos me hablan
especialmente la Madre*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.