*Lecturas del Domingo XII del tiempo ordinario -
Ciclo C*
Domingo, 22 de junio de 2025
Primera lectura
Lectura de la profecía de Zacarías 12,10-11;13,1
Así dice el Señor:
«Derramaré sobre la dinastía de David y sobre los habitantes de Jerusalén un
espíritu de gracia y de clemencia. Me mirarán a mí, a quien traspasaron, harán
llanto como llanto por el hijo único, y llorarán como se llora al primogénito. Aquel
día será grande el luto en Jerusalén, como el luto de Hadad-Rimón en el valle
de Meguido.» Aquel día, se alumbrará un manantial, a la dinastía de David y a
los habitantes de Jerusalén, contra pecados e impurezas.
Palabra de Dios
Salmo responsorial
Sal 62
R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.
Oh Dios, tú eres mi
Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R/.
R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío
¡Cómo te contemplaba
en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R/.
R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío
Toda mi vida te
bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R/.
R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío
Porque fuiste mi
auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R/.
R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Gálatas 3,26-29
Todos sois hijos de Dios
por la fe en Cristo Jesús. Los que os habéis incorporado a Cristo por el
bautismo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay distinción entre judíos y
gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, porque todos sois uno en Cristo
Jesús. Y, si sois de Cristo, sois descendencia de Abrahán y herederos de la
promesa.
Palabra de Dios
*Lecturas del Domingo XII del tiempo ordinario -
Ciclo C
Domingo, 22 de junio de 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,18-24*
Una vez que Jesús
estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: « ¿Quién dice
la gente que soy yo?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que
ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Pedro tomó la palabra y dijo: «El Mesías de Dios.»
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: «El Hijo del
hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos
sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.»
Y, dirigiéndose a todos, dijo: «El que quiera seguirme, que se niegue a sí
mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera
salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su
cruz cada día y se venga conmigo)
*El Señor me invita a perder para poder
ganar. Lo primero es negarme a mí mismo, tener la seguridad que todo lo que
tengo y que me hace distanciar de Dios, es basura. Y que es cargar con mi cruz
(La Cruz es algo dentro de mí que me hace sufrir, porque es superior a mis
fuerzas y solo puedo cargar algo superior a mi fuerza con la ayuda de Jesús el
maestro y Señor). Jesús con esta palabra me hace una invitación especialmente a
ser santo, porque el, es Santo, y ser santo es renunciar a todo aquello que
limita mi relación con el Señor, si otros llegaron a la santidad yo con la
ayuda de Jesús también puedo llegar, solo tengo que dejar que Jesús sea mi
maestro luz y guía. La buena noticia es que tengo todas las herramientas
necesarias para comenzar a luchar por mi santidad*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.