Lecturas
del Lunes de la III Semana de Pascua
05 Mayo 2025
Primera Lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (6,8-15):
En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y
poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos
de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia
y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la
sabiduría y al espíritu con que hablaba.
Entonces indujeron a unos que asegurasen:
«Le hemos oído palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios».
Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y, viniendo de
improviso, lo agarraron y lo condujeron al Sanedrín, presentando testigos
falsos que decían:
«Este individuo no para de hablar contra el Lugar Santo y la Ley, pues le hemos
oído decir que ese Jesús el Nazareno destruirá este lugar y cambiará las
tradiciones que nos dio Moisés».
Todos los que estaban sentados en el Sanedrín fijaron su mirada en él y su
rostro les pareció el de un ángel.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 118,23-24.26-27.29-30
R/. Dichoso el que camina en la
voluntad del Señor
Aunque los nobles se sienten a murmurar de mí,
tu siervo medita tus decretos;
tus preceptos son mi delicia,
tus enseñanzas son mis consejeros. R/.
Te expliqué mi camino, y me escuchaste:
enséñame tus mandamientos;
instrúyeme en el camino de tus mandatos,
y meditaré tus maravillas. R/.
Apártame del camino falso,
y dame la gracia de tu ley;
escogí el camino verdadero,
deseé tus mandamientos. R/.
Lecturas
del Lunes de la III Semana de Pascua
05 Mayo 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan (6,22-29)*
Después de que Jesús hubo saciado a cinco mil
hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el mar. Al día siguiente, la
gente que se había quedado al otro lado del mar notó que allí no había habido
más que una barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que
sus discípulos se habían marchado solos.
Entretanto, unas barcas de Tiberíades llegaron cerca del sitio donde habían
comido el pan después que el Señor había dado gracias. Cuando la gente vio que
ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en
busca de Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo has venido aquí?».
Jesús les contestó:
«En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino
porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece,
sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo
del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios».
Ellos le preguntaron:
«Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?».
Respondió Jesús:
«La obra de Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado».
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
«Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?».
*Las
multitudes buscan a Jesús con mucha fuerza, porque ellos han comido de los
panes bendecidos. Ellos al no encontrar a Jesús buscan un bote y reman hacia el
otro extremo del lago en busca de él. Al final lo encuentran y están contentos.
Jesús, inflama mi corazón con un fuerte deseo de estar en contacto conmigo. En
la búsqueda de Jesús puedo encontrar muchas gracias y bendiciones. Las
multitudes hacen una simple y profunda pregunta; ¿Qué debemos hacer? Esta es
también mi pregunta. Jesús ¿Qué debemos hacer? Él me dice que solamente tengo
de creer en él. ‘Creer’ significa, yo me entrego a ti Jesús y a tu mensaje de
verdad y amor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.