Lecturas
y Evangelio del Sábado de la IV Semana de Cuaresma
05 Abr 2025
Primera Lectura
Lectura del libro de Jeremías (11,18-20):
El Señor me instruyó, y comprendí,
me explicó todas sus intrigas.
Yo, como manso cordero,
era llevado al matadero;
desconocía los planes
que estaban urdiendo contra mí:
«Talemos el árbol en su lozanía,
arranquémoslo de la tierra de los vivos,
que jamás se pronuncie su nombre».
Señor del universo,
que juzgas rectamente,
que examinas las entrañas y el corazón,
deja que yo pueda ver
cómo te vengas de ellos,
pues a ti he confiado mi causa.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 7,2-3.9bc-10.11-12
R/. Señor, Dios. mío, a ti me acojo
V/. Señor, Dios mío, a ti me acojo,
líbrame de mis perseguidores y sálvame;
que no me atrapen como leones
y me desgarren sin remedio. R/.
V/. Júzgame, Señor, según mi justicia,
según la inocencia que hay en mí.
Cese la maldad de los culpables,
y apoya tú al inocente,
tú que sondeas el corazón y las entrañas,
tú, el Dios justo. R/.
V/. Mi escudo es Dios,
que salva a los rectos de corazón.
Dios es un juez justo,
Dios amenaza cada día. R/.
Lecturas
y Evangelio del Sábado de la IV Semana de Cuaresma
05 Abr 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan (7,40-53)*
En aquel tiempo, algunos de entre la gente,
que habían oído los discursos de Jesús, decían:
«Este es de verdad el profeta».
Otros decían:
«Este es el Mesías».
Pero otros decían:
«¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías
vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?».
Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.
Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les
dijeron:
«¿Por qué no lo habéis traído?».
Los guardias respondieron:
«Jamás ha hablado nadie como ese hombre».
Los fariseos les replicaron:
«También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya
creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos».
Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les
dijo:
«¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar
lo que ha hecho?».
Ellos le replicaron:
«¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas».
Y se volvieron cada uno a su casa.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
«Jamás ha hablado nadie como ese hombre».
*Me llena de esperanza,
el comentario de los guardias que tenían la orden de apresar al Señor «Jamás ha
hablado nadie como ese hombre». Esta expresión me ha cautivado, porque ellos
hablan con el corazón en las manos, ellos que están acostumbrados a recibir
órdenes y a cumplirla sin desobedecer; se encontraron con alguien que les habló
al corazón, alguien que les habló con dulzura, con amor. También a mí el Señor,
me quiere cautivar con sus palabras llenas de vida y de esperanza para que
ponga en práctica la gracia de poder (escuchar, poniendo atención), para que
sus palabras pueda penetrar mi corazón llenarlo de su amor, hasta tal punto que
yo pueda decir hágase en mi según tus palabras*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.