Lecturas
y Evangelio del Miércoles de la IV Semana de Cuaresma
02 Abr 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan (5,17-30)*
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:
«Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo».
Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no solo quebrantaba el
sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios.
Jesús tomó la palabra y les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta sino
lo que viere hacer al Padre. Lo que hace este, eso mismo hace también el Hijo,
pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras
mayores que esta, para vuestro asombro.
Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo
da vida a los que quiere.
Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo todo el juicio,
para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no
honra al Padre que lo envió.
En verdad, en verdad os digo: quien escucha mi palabra y cree al que me envió
posee la vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado ya de la muerte
a la vida.
En verdad, en verdad os digo: llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos
oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán.
Porque, igual que el Padre tiene vida en sí mismo, así ha dado también al Hijo
tener vida en sí mismo. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del
hombre.
No os sorprenda esto, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro
oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida;
los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio.
Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es
justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió».
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo»).
*La pedagogía de
nuestro maestro y Señor, para mostrarme la unidad entre él y el Padre, es
impresionante y de cómo me hace saber que no debo hacer nada por mi propia cuenta,
porque ahí está él, y también ha puesto personas cercanas a mí con el don de su
Espíritu Santo, para que les consulte y ellas me puedan ayudar. Puede ser que
por estar entretenido en las cosas de esta tierra, se me vaya la guagua y no
pueda ver los planes del Señor, para conmigo. Pero algo es muy seguro; si
hago lo que le agrada al Padre, el Padre me amara, y hará obra en mí, que me
harán ser mejor persona cada día. El Señor, me esta regala la gracia en este
tiempo de poder orar por las personas, que no son de mi agrado*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.