Lecturas
del Miércoles de la II Semana de Pascua
30 Abr 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan (3,16-21)*
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el
que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el
mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha
creído en el nombre del Unigénito de Dios.
Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la
tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal
detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.
En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus
obras están hechas según Dios.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su
Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida
eterna)
*Grandes teólogos en
diferentes tiempos han dicho de una manera o de otra según su punto de vista y
parecer que, si todos los Evangelios se perdieran, excepto el primer verso de
este pasaje, tendríamos suficiente para sobrevivir hasta la vida eterna: (Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su
Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida
eterna) Este es el centro de la Buena Nueva, y yo debo estar eternamente
agradecido por ello. Otra forma de sumarle al Nuevo
Testamento es con la pequeña palabra (Por). Dios está totalmente (Por)
nosotros, y nos pide que estemos totalmente (Por) él y (Por) los
demás. No hay ataduras ni restricciones al amor incondicional de Dios. Ni debe
haber tampoco ataduras o restricciones en el nivel de mi amor por Dios*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.