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domingo, 30 de marzo de 2025

LAS LECTURAS DEL LUNES 31 DE MARZO 2025


 

Lecturas y Evangelio del  Lunes de la IV Semana de Cuaresma

31 Mar 2025

Primera Lectura

Lectura del libro de Isaías (65,17-21):

 

Esto dice el Señor:
«Mirad: voy a crear un nuevo cielo
y una nueva tierra:
de las cosas pasadas
ni habrá recuerdo ni vendrá pensamiento.
Regocijaos, alegraos por siempre
por lo que voy a crear:
yo creo a Jerusalén “alegría”,
y a su pueblo, “júbilo”.
Me alegraré por Jerusalén
y me regocijaré con mi pueblo,
ya no se oirá en ella ni llanto ni gemido;
ya no habrá allí niño
que dure pocos días,
ni adulto que no colme sus años,
pues será joven quien muera a los cien años,
y quien no los alcance se tendrá por maldito.
Construirán casas y las habitarán,
plantarán viñas y comerán los frutos».

 

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 29,2.4.5-6.11-12a.13b

 

R/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado

 

V/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R/.

 

V/. Tañed para el Señor, fieles suyos,
celebrad el recuerdo de su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo. R/.

 

V/. Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R/.

 

Lecturas y Evangelio del  Lunes de la IV Semana de Cuaresma

31 Mar 2025

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Juan (4,43-54)*

 

En aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había atestiguado:
«Un profeta no es estimado en su propia patria».
Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.
Jesús le dijo:
«Si no veis signos y prodigios, no creéis».
El funcionario insiste:
«Señor, baja antes de que se muera mi niño».
Jesús le contesta:
«Anda, tu hijo vive».
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron:
«Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre».
El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.

 

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

(El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino)

*Este funcionario real tiene una necesidad; su hijo enfermo a punto de morir, esto lo obliga a salir a buscar ayuda; pareciese como que él no necesita ayuda, sino su hijo, y es ahí donde el Señor, le muestra a través de sus palabras que él, es incrédulo cuando le dice: Si no ves signos y prodigios no crees. Es impresionante saber que la necesidad me lleva a un encuentro con el Señor. Cuando busco algo es porque lo necesito; el Señor, me invita a que busque dentro de mí, la parte de mi vida que se resiste a creer en el amor y la misericordia, para él, ayudarme. Esto me hace sentir alegría porque cuando el Señor, manda hasta las enfermedades obedece*. 

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.